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No todo será una fiesta en Australia, donde la pasada madrugada se puso oficialmente en marcha la temporada 2019 de Fórmula 1. El emporio sobre ruedas se ha quedado hace unas horas sin una de sus figuras más identificables, Charlie Whiting, que llevaba ejerciendo como ... director permanente de carrera casi desde tiempo inmemorial. Una embolia pulmonar le segó la vida a los 66 años. Su historia fue pareja a la del automovilismo desde que se inició como mecánico junto a Ross Brawn, ahora director deportivo de la F1.
Pero el show debe continuar y a ello se aprestan diez equipos, 20 pilotos y más de dos mil trabajadores directos relacionados con las escuderías. Porque el continental circus es un planeta en sí mismo. Y tiene un canciller imperturbable, con unos carruajes invencibles que procuran una pregunta en el ambiente. ¿Se harán viejos ganando Lewis Hamilton y Mercedes?
La F1 vuelve su vista al pasado, cuando desde su creación hasta 1959 los pilotos recibían un punto extra si eran autores de la vuelta rápida en carrera. Hubo casos realmente extraordinarios con el cronometraje de la época, llegándose a dar ex aequo el mismo tiempo en alguna ocasión hasta a siete pilotos, que en su caso se repartieron el punto como buenos hermanos. Esta plusvalía se activa desde este mismo fin de semana en Australia e irá al haber tanto del piloto como de su equipo, con un requisito. Debe quedar entre los diez primeros en carrera.
Toto Wolff es, por así decirlo, el padre de las criaturas. «El año pasado tuvimos que darlo todo para llegar a la cima», comenta desde Melbourne. En el planteamiento va implícito que cree que en este nuevo almanaque las dificultades crecerán. Probablemente. Pero es una vieja cantinela que suena ya revenida. Algún día llegará el anunciado lobo, pero hasta la fecha la mano de hierro de los germanos ha hecho que el resto de sus codiciosos adversarios pierdan el rumbo, los papeles y no pocas carreras. No hagan mucho caso a las pretemporadas. Pasa siempre. Ni los propios equipos saben realmente qué tienen entre manos este fin de semana australiano.
La forma de trabajar de Mercedes es envidiable. Dieron con la tecla en la nueva era híbrida de las unidades de potencia y han mantenido su proa imperturbable. Sí, Ferrari y Red Bull han aparecido ocasionalmente, a veces con relativa insistencia, pero sin las manos liberadas de guerras internas para poder lanzarse a la yugular de Hamilton. Ahora lo van a intentar y nadie se corta en anunciarlo. El más vehemente ha sido el máximo jefe de Honda competición, Masashi Yamamoto. «Nuestro objetivo con Red Bull es pelearle el campeonato a Mercedes y Ferrari». Hasta se vino arriba y puso la chincheta sobre Mónaco como el Gran premio a ganar a más tardar. Luego, en los ensayos de la intersesión, sus motores no han tenido la chicha necesaria, ni de lejos. Pero esto es muy largo, más que nunca. 21 carreras (si se disputa finalmente la de Silverstone) y un desenlace en la primera fecha de diciembre en Abu Dabi. No se puede negar que los nuevos gestores americanos de la F1 saben de cómo explotar sus negocios.
El sentido común apunta a que sólo Ferrari podría merodear por las fauces de Mercedes. En 2018 parecía Vettel especialmente vitaminado en su persecución de Hamilton hasta que le llevaron los demonios en su enésima muestra de inmadurez, la que le ha perseguido desde que dejó de tener en sus manos el volante de un Red Bull entonces invencible. Despedidos los anteriores responsables deportivos del cavallino, se abre la era Binotto en un momento que la factoría de Maranello considera fundamental. Cumple en 2019 noventa años y el primer regalo que se ha hecho es contratar al deseado, el elegido, el que todos reconocen como el relevo en la F1.
Mientras Wolff hace patria deportiva en Mercedes y coloca a Hamilton a la altura de Michael Schumacher en el Olimpo de la modalidad, Charles Leclerc ha recuperado el orgullo de la Scuderia incluso sin haber corrido aún como compañero de un Vettel que anda con la mosca tras la oreja. Habrá que ver cómo gestiona Mattia Binotto los posibles ataques de egos y suspicacias cuando los dos bólidos rampantes rueden a milímetros en una salida. « Estamos muy contentos de tener unos pilotos extraordinarios. Ya ha pasado el invierno y ahora todo el equipo quiere salir para competir con rivales que sabemos que son muy fuertes. Nuestra misión es causar problemas a esos rivales que demostraron ser más fuertes el año pasado, pero sin olvidar que es una carrera con 21 etapas, y cada punto es muy valioso».
Mercedes, Ferrari. A medio cuerpo Red Bull como cabeza ratón de una clase media que ha crecido, en la que Raikkonen con Alfa Romeo será un claro dinamizador, como deberían serlo Renault y Haas. Lo de McLaren entra de lleno en el terreno de la fe. El que nunca dejó de tenerla fue Robert Kubica, que vuelve a la F1 nueve años después. Que ruede la ruleta, aunque el 44 par y pasa tiene todas las papeletas.
Mercedes AMG Petronas: 44 Lewis HAMILTON (ING) y 77 Valtteri BOTTAS (FIN) El equipo y el piloto a batir. No parece que haya sido diseñado aún el prototipo capaz de batir al engendro mecánico gestado bajo la dirección de Toto Wolff y la supervisión técnica in situ de James Allison. Lewis Hamilton lo mismo goza de la vida que se amchaca físicamente para lo que le espera. A estas alturas sólo el cielo es el límite.
Aston Martin Red Bull Racing: 33 Max VERSTAPPEN (HOL) y 10 Pierre GASLY (FRA) Posiblemente, la mayor concentración de talento joven al volante en una escudería. La duda sin resolver es la de un Verstappen que hace colisionar su talento con su desmedida voracidad sobre el asfalto. Si aprende a acabar carreras sin meterse en litigios, ojo con él. Y con los escarceos de Gasly... si el motor Honda deja atrás sus miserias.
Rich Energy Haas F1 Team: 8 Romain GROSJEAN (FRA) y 20 Kevin MAGNUSSEN (DIN) Van a su bola, sin complejos ni nada que demostrar. Son unos infiltrados en un mercado que ahora sí comienza a derivar hacia Estados Unidos, el país del que proceden como estructura. En 2018, sin una pifia doble en Australia y dos descalificaciones técnicas, habrían hecho derrochar mucho champagne en su cuartel general de Kannapolis.
Alfa Romeo Racing: 7 Kimi RAIKKONEN (FIN) y 99 Antonio GIOVINAZZI (ITA) Frédéric Vasseur y Simone Resta ni lo dudaron. Querían a un primer espada para la nueva vida de lo que fue Sauber. Ahora con Alfa Romeo en la bandera y una mecánica Ferrari en las entrañas, el nexo de Kimi Raikkonen con Maranello y su guía en el garaje suizo puede convertirle en un incómodo compañero de viaje. A su vera el debutante Giovinazzi.
Rokit Williams Racing: 88 Robert KUBICA(POL) y 63 George RUSSELL(ING) Chapeau para la valiente decisión de darle el volante del monoplaza número 88 a Robert Kubica, que tuvo que pasar por el casting ideado por Paddy Lowe con el visto bueno de sir Frank Williams. Ojalá quede algo del polaco volador que no dejaba indiferente a nadie. El mismo que ha gastado más comodines que la media de pilotos. Irrompible.
Ferrari Mission Winnow: 5 Sebastian VETTEL (ALE) y 16 Charles LECLERC (MON) Podemos pasarlo bien este curso mirando por las rendijas del equipo de Maranello. La enésima limpieza abre la era Binotto, pero el foco más que en el espectacular bólido encarnado se centra en Leclerc. Es la nueva perla del automovilismo, el deseado. Pueden imaginar cómo estará Vettel, sabedor de que tiene al enemigo en casa.
Renault F1 Team: 27 Nico HULKENBERG (ALE) y 3 Daniel RICCIARDO(AUS) La del fabricante francés ha sido la inversión más potente de los últimos años, decidido Cyril Abiteboul a hacer valer la carta blanca que le han dado para su equipo basado en Enstone. Se vino abajo mediado el pasado curso, pero el fichaje de Ricciardo y la continuidad de Hulkenberg es un evidente ejercicio de intenciones de lo que busca Renault.
McLaren: 55 Carlos SAINZ (ESP) y 4 Lando NORRIS(ING) La madre de todas las incógnitas. Aunque la pretemporada ha permitido volver a descubrir parte del músculo que parecía fofo años atrás en McLaren, sólo las carreras dirán si el vínculo con Renault es todo lo eficaz que espera un Carlos Sainz que se ha quedado solo como representante español en la nómina de pilotos.
Scuderia Toro Rosso: 26 Daniil KVYAT (RUS) y 23 Alexander ALBON (ING-TAI) Ser segundo plato nunca suele ser buena recomendación, pero a veces no queda otra. La pleitesía de ida y vuelta con Red Bull como team nodriza deja a la cara Bde los energéticos a expensas también del resultados de los motores Honda que comenzó a testar para sus 'mayores'. El británico-tailandés Alexander Albon abre nuevos mercados.
Racing Point BWT: 11 Sergio PÉREZ (MEX) y 18 Lance STROLL(CAN) Sobre la bocina salvaron la pasada campaña reiventándose, obligados a partir de cero tras el crack que sonó en los cimientos de Force India. Junto a Williams serán los otros clientes de los motores Mercedes y la casa alemana no se asocia con quien carece de saldo. Así que aparece una nueva oportunidad en el horizonte.
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