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Resulta obligado reconocer que el Mundial de Fórmula 1 ha perdido fuelle y de aquellos comienzos cargados de ilusión hemos pasado al tedio que supone ver ganar siempre al mismo. Las carreras son entretenidas, sí, pero en veintidós de las veintitrés últimas ha triunfado Max ... Verstappen. Sólo George Russell le birló el escalón más alto del cajón en Brasil el otoño pasado; ni Alonso, ni Hamilton, ni Leclerc, ni ningún otro. En esta tesitura se añoran los primeros compases de la temporada cuando Aston Martin sorprendió a propios y extraños y fue capaz de encadenar una racha de podiums que le convirtieron en inesperado animador. Los de Silverstone -trabajando ya en su nueva fábrica- se han propuesto volver por sus fueros para convertirse otra vez en el escudero habitual de Red Bull aunque todo está por ver a partir del próximo domingo en Países Bajos.
Zandvoort, Monza, Marina Bay y Suzuka esperan al Gran Circo entre agosto y septiembre. Cuatro citas muy diversas en trazados que poco tienen que ver entre sí, aunque para todos ellos se cuenta con un Verstappen victorioso de camino a su tercer título consecutivo.
En plena canícula veraniega se ha despachado Luca di Montezemolo con unas declaraciones muy jugosas. El que fuera exitoso presidente de Ferrari -entre otras muchas responsabilidades propias de un prohombre de la República de Italia- decía sentirse avergonzado ante la celebración alborozada del tercer puesto de Leclerc en Bélgica. Lo cierto es que la Ferrari no ha conocido tiempos como los de Montezemolo y su pléyade de talentos -los Schumacher, Todt, Brawn, etc- y tan sólo con Stefano Domenicalli al timón de la Gestione Sportiva se estuvo cerca de amarrar los títulos de pilotos en 2010 y 2012. Sin citarle Montezemolo se refería a Fernando Alonso -protagonista de aquella época- como el último piloto de Maranello que había peleado el título hasta la última curva del campeonato. Lo cierto es que los del Cavallino no acaban de enderezar el rumbo pero Charles Leclerc ha recibido una oferta de renovación que le comprometería hasta 2032, ni más ni menos. A sus 25 años el monegasco ya no es un piloto que decida sus contratos por lo abultado de las cifras y busca garantías técnicas para disponer de un coche capaz de hacerle campeón. Con la normativa técnica de 2026 en perspectiva no hay garaje que le ofrezca lo que busca y todo son estimaciones que llevan a pensar en que los de siempre estarán al frente durante toda la década. A Leclerc se le cita también como candidato para sustituir a Hamilton en la Mercedes de 2025 y en ese caso la revolución que acometería Maranello sería de las que hacen época.
Los rumores que sitúan a Carlos Sainz como jefe de filas de Audi en 2026 son cada vez más insistentes toda vez que Audi ha comprado una mayoría accionarial en Sauber para dar nombre a la escuadra suiza a partir de entonces. Sainz llegaría al equipo un año antes corriendo aún con el nombre de Sauber -lo que hoy es Alfa Romeo pero dejará de serlo el 31 de diciembre- y disputaría su primera campaña probando suspensiones, cajas de cambio y todo tipo de componentes para desarrollar el nuevo Audi F-1, excepto la unidad de potencia que seguiría completando sus pruebas en el cuartel general de la marca.
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