La F-1 busca una idea genial que revolucione el Mundial que está apunto de comenzar

Con algunos bólidos ya presentados estamos en vísperas de conocer el resto de la parrilla que animará las 23 citas del calendario y se anuncian cambios relevantes en el suelo de los monoplazas que afectan a su altura libre, con el fin de evitar el temido 'porposing'. Otro tanto ocurre con la entrada de aire del motor que tras el accidente del chino Zhou en Silverstone ha sido reforzada para salvaguardar la integridad del piloto. Al tiempo que se amplían a seis las entretenidas carreras al sprint se ha prohibido que los extremos de los alerones delanteros incorporen la solución que Mercedes implantó en 2022, cuando dejó un hueco para que el aire sucio no llegara al suelo del coche. Idéntico final ha tenido aquella ala trasera firmada por Aston Martin que generaba la máxima carga doblando ingeniosamente los extremos hasta crear unos falsos apéndices. Ni uno ni otro invento podrán utilizarse, aunque sobre los coches verdes recae buena parte de la atención mediática en el inminente inicio de curso.

Aston Martin transmite buenas intenciones. Durante la elaboración del asiento de Fernando Alonso la escudería deslizó un detalle que no pasó desapercibido, dejando ver que los pontones laterales del nuevo coche se han diseñado a medio camino ente los que lucieron Ferrari y Red Bull el curso pasado. Aunque se insiste en que Alonso y Lance Stroll se han convertido en íntimos basta recordar el comportamiento en pista del canadiense con Vettel para comprender que las cubiertas de los motores del AMR23 necesitarán refrigeración abundante para aligerar las altas temperaturas que va a generar su convivencia.

Un detalle más en un coche que presentará una nariz muy redondeada con flaps adelantados que aumentarán el flujo de aire hacia el suelo, detalles inducidos por la experiencia en Red Bull de Dan Fallows, nuevo responsable técnico de Aston Martin. Su filosofía de diseño pasa por aumentar la carga mejorando el rendimiento del suelo de manera que el comportamiento del coche sea predecible en el paso por todo tipo de curvas. Entre otras innovaciones Fallows también ha retomado aquella 'sonrisa de Joker' aportada por un joven ingeniero bilbaíno al coche del pasado curso y que fue incorporada más tarde por todos los rivales. De estos y otros detalles va a depender que la apuesta de Fernando Alonso por los británicos le permita dejarse ver en la zona alta de la parrilla, a una distancia prudencial de los tres grandes pero con aspiraciones para ser un habitual en los puntos. Que así sea, y si acaba apareciendo alguna idea genial que revolucione la temporada miel sobre hojuelas.