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Salvo catastrófica desdicha Max Verstappen se proclamará campeón del mundo el próximo mes de octubre, revalidando el título conseguido el año pasado. Leyendo la frase cabe concluir que 2022 no ha tenido historia, pero nada más lejos de la realidad porque por primera vez en ... años -o quizá en décadas- la Scuderia Ferrari ha dispuesto de un coche dominante. El Ferrari vio la luz derrochando poderío. Todas las simulaciones manejadas en Maranello hacían constar que el suyo podría ser el monoplaza de referencia porque habían conseguido maximizar las posibilidades que otorgaba el nuevo reglamento técnico. Tal era su confianza que en Barcelona -en el arranque de la pretemporada- decidieron rodar a medio gas para que la competencia no pudiera calibrar el auténtico potencial que atesoraban. Con Mercedes embarcada en una línea de diseño tan compleja como para mantenerles en el ostracismo hasta ayer mismo sólo Red Bull parecía rival, aunque a los energéticos les llevó un tiempo carburar. Así fue como Charles Leclerc pudo reivindicarse en los primeros compases de la temporada mientras en el garaje contiguo Carlos Sainz no acertaba a comprender por qué el coche se le mostraba esquivo, lo que le llevó a un carrusel de abandonos y decepciones.

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elcorreo Bicampeón en ciernes