Zierbena repite la jugada en Getxo

La imagen del patrón de Orio, Ugaitz Mendizabal, agarrándose la cabeza desesperado al llegar a meta y descubrir que, tras dominar la tanda de los 'capos' con mano de hierro, la bandera era para los 'galipos' por un segundo y 50 centésimas refleja bien a las claras la tremenda desilusión 'aguilucha'. Una vez más Eolo, aunque con mucha menor notoriedad que los dos domingos anteriores, ha tenido su incidencia –fue a más– y, dada, la igualdad reinante cualquier cambio es decisivo.

Sin embargo, para sacar tajada de los intangibles es clave que uno haga bien tu trabajo y Zierbena, vaya por delante, lo hizo de matrícula. Los hombres de Juan Zunzunegui han salido a tumba abierta, dispuestos a sacarse la espina de su pobre regata de la víspera. Donostiarra, situado a babor en la calle tres, era un buen enemigo a batir y el registro de Ondarroa, vencedor minutos antes, la referencia a mejorar.

Los 'galipos', de nuevo con Aitor Lazcano en la popa, se han mostrado intratables. Se plantaron en la maniobra inaugural con algo más de un bote de ventaja sobre la cuadrilla que dirige Igor Makazaga y fueron ampliando progresivamente la diferencia tanto proa a la ola como en popare. Su crono –19.58.20– y el medio minuto que le endosaron a Cabo Cruz hacían pensar que los de 'Zunzu' no estarían lejos del premio gordo al acabar la regata. Dicho y hecho.

Tocaba esperar y que los astros arrimaran un poco el hombro. Lo hicieron. El viento pasó de una media de 14,6 kilómetros a la hora a algo más de 16 cuando entraron en escena Orio, Hondarribia, Santurtzi y Urdaibai y pronto se dieron cuenta estas cuatro que tendrían que sudar tinta para batir a los 'galipos'. La 'Ama Guadalupekoa' arrancó mandona, aunque la 'Bou Bizkaia' no le fue a la zaga. Los 'txos' se metieron a la calle de los verdes queriendo escapar de la uno y no había pasado el primer minuto y medio de regateo cuando el juez de mar tuvo que intervenir mandando a estribor a los patroneados por Josu Barturen.

Orio, entre tanto, se mantenía agazapado por el exterior del campo de regateo y Santurtzi, menos brillante que otros días intentaba aguantar lo más cerca posible de los fronterizos. Sin hacer ruido, los 'aguiluchos' realizaron el primer giro un segundo por detrás de los de Orbañanos, y a mitad de recorrido ambos botes calcaban su tiempo –9.52–, pero era cuatro superior al de Zierbena que empezaba a creer en la bandera.

En el tercer sector, los de Jon Salsamendi pusieron tierra de por medio con Hondarribia. Remando largo –a un ritmo de 36 paladas– llegaron un bote por delante al último giro, aunque los 'galipos' seguían siendo proa de regata –tres segundos–. «La bandera está en esta tanda» lanzó Ugaitz Mendizabal desde la popa buscando un extra de motivación en las huestes amarillas. La cosa estaba apretada y toda ayuda era poca. El propio técnico oriotarra, Jon Salsamendi, intentó alentar a sus hombres de pie desde la zodiac cuando pasaron a su altura. Tocaba apretar.

El GPS danzaba segundo arriba, segundo abajo a favor de uno u otro. A falta de 300 metros oriotarras y 'galipos' estaban a la par, pero en meta la fiesta fue para Zierbena, mientras que Orio se agarraba la cabeza.