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Las zapatillas que vuelan

Las zapatillas que vuelan

Con un precio de 500 euros, válidas apenas para un uso, ligeras y con efecto rebote, las Adidas Adizero facilitaron el récord del mundo de maratón de Tigist Assefa

Martes, 26 de septiembre 2023, 18:13

Durante los Juegos Olímpicos de 1936, en Berlín y bajo la irritada mirada de Adolf Hitler, un atleta estadounidense negro, Jesse Owens, ganó la final de los 100 metros. Hizo con un cazo un pequeño hoyo en el punto de partida y voló sobre aquella pista de ceniza y arena para detener el cronómetro en 10.3. Un hito. En 2009, de nuevo en Berlín, el jamaicano Usain Bolt cubrió esta distancia en 9.58, actual récord mundial. Lo hizo a 44,7 kilómetros por hora, trotando sobre una superficie sintética hecha para la velocidad, con unas zapatillas diseñadas para la ocasión y con unos tacos en la salida para impulsarse. El ser humano bordea sus límites físicos y por eso busca la mejora fuera, en la tecnología, en el calzado de carbono y espuma que ha facilitado el récord del mundo de maratón logrado el domingo por la etíope Tigist Assefa, también en Berlín.

La fondista africana, que se formó como especialista en 800 metros, es un rostro nuevo en el maratón. Tiene 26 años. En 2022 fijó un tiempo de 2 horas, 15 minutos y 37 segundos. El domingo en Berlín trituró ese registro personal hasta los 2:11:53, esto es, dos minutos y 11 segundos menos que la anterior plusmarca mundial (Brigit Kosgei, en Chicago y en 2019). Ahora que los límites deportivos se amplían por centímetros o milésimas, Assefa acribilló el reloj. Y lo hizo botando sobre una zapatillas que pueden revolucionar el atletismo, las Adidas Adizero Adios Pro Evo 1. Apenas pesan 138 gramos, frente a los más de 200 de otros modelos. Cuestan 500 euros, se han fabricado por ahora 521 pares y, al ser tan ligeras y finas, apenas duran. Un maratón y poco más. Usar y tirar.

El eco de las zapatillas mágicas rebota desde 2017. La firma Nike lanzó las Vaporfly Next%. Funcionaron. Eliud Kipchoge en 2018, con 2:01:39, y Brigid Kosgei en 2019, con 2:14:04, pusieron sus nombres al récord del mundo de maratón masculino y femenino. A la vista de estas marcas, el científico Anael Aubry, especializado en rendimiento deportivo, declaró en 'L'Equipe': «Los mejores atletas ya no pueden hacer mucho para mejorar su fisiología, pero sí la eficiencia». Se trata de ahorrar energía manteniendo el mismo esfuerzo. En esa ecuación entran las ya denominadas 'zapatillas mágicas'.

Están confeccionadas con unas varillas de carbono recubiertas por una espuma que tiene un efecto amortiguador. Es, según dicen los atletas, «como correr encima de una nube». Sobre algo blando que, además, te impulsa. Eso sí, se han diseñado para fondistas de élite, habituados a una zancada exigente que obliga a los músculos en ese gesto de tirar hacia delante. En el caso de las Adidas Adizero utilizadas por Assefa, lo más determinante es el peso. Apenas 138 gramos en la talla 43. Un resorte con peso pluma. Ligeras y veloces, como describe la empresa fabricante. «Proporcionan mayor retorno de la energía». Te empujan. Viento de cola.

Todo está estudiado. Si le restas cien gramos de peso a una zapatilla, necesitas un 2% menos de energía para correr. Adidas ha hecho tests de campo con atletas de Kenia hasta confeccionar un modelo ultrafino con placa de carbono y espuma LigthSrike Pro que reduce el peso y aumenta el retorno de energía. La zona del antepié, en forma de balancín, impulsa la zancada. Y la suela, «la más fina y ligera» que ha hecho Adidas, según declaró a 'Runner's World' la directiva de la firma Charlotte Heidmann, está realizada con un caucho que incrementa la tracción y que sólo ocupa en la zapatilla el espacio indispensable.

Abebe Bikila, oro descalzo

El etíope Abebe Bikila, primer atleta africano que logró la medalla de oro en unos juegos olímpicos, ganó el maratón en Roma 1969 y estableció el récord del mundo con 2:15:16. Corrió descalzo. El pasado domingo, Tigist Assefa le dejó muy atrás con 2:11:53. Se situó a sólo diez minutos de la plusmarca masculina tras completar una prueba en la que logró mantener su ritmo en la parte final, allí donde, como dicen los maratonianos, surge el muro. Al cruzar la meta, se quitó sus zapatillas y las besó. Son prácticamente desechables, pero también históricas.

De inmediato se abrió la polémica: ¿Batió el récord por su innovador calzado? La Federación internacional de natación prohibió los trajes de buzo con los que quedaron arrasadas tantas plusmarcas en el inicio de este siglo. En las zapatillas, el límite impuesto es de 40 milímetros de grosor máximo para las suelas. La Adidas Adizero tiene 39.

Hay otro parámetro, el económico. Los atletas de élite que usan estos prototipos de carbono y espuma aseguran que con ellos sufren un desgaste muscular menor, que se recuperan antes, que pueden entrenarse más. Correr más. La carrera entre grandes marcas fabricantes y patrocinadores como Nike y Adidas no cesa. El modelo con el que Assefa batió el récord mundial de maratón ya está a la venta, pero no en las tiendas. A juego con los tiempos, hay que instalar en un dispositivo la 'app' de la marca, tramitar la solicitud y hacer cola digital para conseguir las zapatillas que vuelan.

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