«He vuelto a demostrar el nivel que tengo y al que puedo estar»

-¿Ha competido en el Europeo con molestias, ¿recuperado de su aductor derecho?

-Sí, estoy mejor. Me ocurrió lo mismo al principio de la temporada. En aquella ocasión fue un tirón. Estas molestias han sido producto del cúmulo de carreras, por las condiciones de la pista de Pamplona y cómo estaba pintada. Al final se cargan las piernas con estas carreras intensas y la exigencia de la competición. También vengo de la Copa de Europa hace dos semanas, apenas he descansado. Es cierto que la mente también actúa y los pasos son más cortos y con menos intensidad, salvo en los sprint donde lo das todo.

-Seis medallas, con dos títulos europeos en 500 metros relevos y 10.000 puntuación, ¿se ha quitado definitivamente la espina del Mundial de Barcelona?

-Este Europeo era un campeonato diferente y ha sido dos meses después. Como ya he dicho, en Barcelona corrimos sobre una pista construida días antes y deficiente, y en Pamplona en un terreno que conozco a la perfección. El balance diría que es más que bueno, con más medallas que el año pasado en Ostende, un título europeo en la prueba de 10.000 puntuación ganado en un mano a mano con el italiano Niero donde me encontré muy fuerte.

-Si en algún momento se había planteado la retirada, ¿el Europeo le ha servido para reivindicarse?

-No soy de los que piensa en retirarse cuando sigues ganando y siendo competitivo. Pero cuando hay momentos malos, es inevitable pensar que puede estar cerca el final. Hace dos meses en el Mundial, mis puestos estaban lejos de las medallas y ahora tengo seis de siete carreras que he corrido en este campeonato de Europa. Sigo diciendo que estoy ahí, que disfruto de las carreras, del deporte y del patinaje. No me voy a retirar y quiero continuar con más fuerza porque hay muchos objetivos, como las pruebas de Copa de Europa y Copa del Mundo. Veremos qué pasa con la selección española, pero he vuelto a demostrar el nivel que tengo y al que puedo estar.

-Suma un total de 33 medallas europeas, con 7 títulos en su palmarés. ¿Llevaba la cuenta?

-Del total de medallas, no, pero de los títulos europeos, con los dos de esta edición en Pamplona, sabía que eran siete. La verdad es que parece fácil, pero cada conquista, cada podio, tiene un trabajo inmenso por detrás y un apoyo de mi familia, mi entrenador y mi equipo El Pilar Marianistas.

-¿Se siente más valorado fuera de Vitoria?

-Bueno…, veremos estas próximas semanas si hay algún reconocimiento por los dos títulos europeos. En 2014 me llevé una gran sorpresa con la repercusión que tuvo mi primer título mundial que conquisté en Argentina. Hubo mucha repercusión tanto institucional como en medios de comunicación. En 2017 reconozco que fue menor y conseguí las mismas tres medallas mundiales. Y el año pasado en Ostende, que también logré cuatro medallas, con un título europeo, me hizo mucha ilusión el reconocimiento del Alavés con el saque de honor en Mendizorroza, y el del Ayuntamiento.

-Imagínese que el patinaje es por fin olímpico y que usted crea su propia escuela de formación en Vitoria cuando se retire.

-Uff, sería otro sueño. Al menos, me podría dar por satisfecho viendo que lo que no he podido conseguir yo lo puedan hacer otros, como es acudir a unos Juegos Olímpicos. El año pasado hubo una pequeña esperanza, pero se difuminó tras conocer que el patinaje tampoco será olímpico en París 2024. Me hubiese pillado con 35 años. Es imposible. Así que es más factible mi papel de formación de patinadores si en alguna edición conseguimos que por fin pueda ser considerado olímpico. Quiero intentar empujar el patinaje en Vitoria y Álava y está claro que siendo olímpico será más fácil.

-¿Tanto cambia ser olímpico?

-Claro, cambia mucho. Al final es una cadena. Si es olímpico es más mediático y más gente lo conoce. Eso arrastra también a patrocinadores, ayudas institucionales. Se hace la bola más grande y puede tener más recorrido. Al final, en este deporte sobrevivimos y mucha gente se queda en el camino porque en concreto, el patinaje de velocidad no está valorado como se merece.

-La creación del equipo Vitoria-Gasteiz International Team, ¿ha sido una manera de reinventarse?

-Digamos que me ha dado más ilusión para seguir compitiendo. El cambio de estar en el anterior equipo francés a hacerlo en uno propio ha sido importante. Es ilusionante promocionar mi ciudad a través del patinaje. Ser corredor y mánager, ver cómo estamos en el top mundial tanto en categoría masculina como femenina es un orgullo. Ha sido complicado, pero estamos llenos de ilusión y, además, con el reto en el maratón de Berlín de poder hacer podios en la general de la Copa del mundo, las chicas incluso campeonas lideradas por Aura Quintana. Lo vamos a disfrutar mucho.

-Vitoria se muestra como ciudad del deporte. ¿Para cuándo una pista de patinaje cubierta?

-Pamplona ha demostrado que está más que preparada para albergar grandes eventos de patinaje. Ya organizó un Mundial en 1998 y otro Europeo en 2004. ¡Claro que lo miro con envidia sana! Vitoria ha organizado eventos de un gran nivel en varios deportes como el triatlón o la Final Four de baloncesto. En el mundo del patinaje esperamos que por fin se dé el visto bueno a la construcción de una pista cubierta lo que supondría un referente nacional. Sería un empujón para nuestro deporte. Estaría dispuesto a poner todo mi trabajo y experiencia para que se pudieran traer grandes eventos nacionales e internacionales. Puestos a soñar, ¿por qué no traer un campeonato de Europa o del mundo?

-¿Existe un anteproyecto de esa pista?

-Sí, los proyectos y solicitud están tramitados. Pero es algo que necesita un proceso y una confirmación definitiva. Esto es un sube y baja. A veces piensas que ya está, y otras no. Así que hasta que no esté oficialmente el visto bueno y la confirmación, no podemos dar nada por hecho. Estoy ilusionado y seguiremos peleando hasta conseguirlo porque si no es ahora, no lo vamos a lograr nunca. Creo que es el momento de tener esa instalación. Vitoria se la merece porque existe una gran afición al patinaje.