El vitoriano Álex Rodríguez se proclamó el pasado sábado vencedor en la final del campeonato del mundo de kickboxing bajo la reglas K-1 (69 kg) ante el germano Óscar Plasene en el Circus Krone de Múnich. El alavés, que llegaba en buena dinámica tras ... ser tercero en el Europeo del WAKO, consiguió arrebatar el título al propio luchador alemán en su casa en el último asalto del combate, tras decisión unánime.
Publicidad
«Fue una pelea muy dura, de ir hasta el final. Creo que tengo un dedo roto del pie, pero es un mal menor dentro de lo que cabe», comentaba 'El Espartano' Rodríguez, con el cinturón a su lado. Es consciente de que, para llegar a este tramo, ha tenido que trabajar mucho. Y el rival, como ya imaginaba, no iba a ponerle la final nada sencilla, a pesar de contragolpear desde el primer asalto. Según relata, el germano en ningún momento desistió: «Fue una guerra. Al principio conseguí dejarle bastante aturdido después de meterle un buen golpe con la rodilla. Intenté aprovechar todos sus puntos más débiles».
En relación al ambiente vivido en el Circus Krone, Rodríguez destacó «la pasión y la entrega» del público en cada acción del combate, que terminó reconociendo el buen hacer del vitoriano de 28 años. Ahora, sólo piensa en recuperarse bien y en planear una nueva hoja de ruta. «Seguramente me pida revancha, es lo normal. Y la aceptaré, por supuesto. Hasta entonces, hay que descansar, entrenar y pulir los próximos proyectos que tengo por delante».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.