Urdaibai ya es leyenda del remo

Los números de los hombres que dirige Iker Zabala no dejan lugar a dudas. La 'Bou Bizkaia' ha ido de recital en recital a lo largo y ancho del Cantábrico durante todo el verano. Arrancó conquistando los tres campeonatos en junio -Bizkaia en aguas de Lekeitio y Euskadi y España en La Concha-, se alzó con el título liguero a falta de cuatro jornadas para el final en agosto y sumó su tercera Bandera de La Concha consecutiva en septiembre -suma ocho en su palmarés desde 2010-. Intratable, salvó en momentos muy puntuales.

«A la temporada y al trabajo del equipo le pongo un diez porque no hay ninguna nota superior», aseguró el patrón de los 'txos' Gorka Aranberri nada más acabar la regata. Sí que la hay. Existe la matrícula de honor, una calificación que, tal y como está el remo en la actualidad, es prácticamente imposible de obtener. Los borroncitos en el cuaderno de notas, sobre todo de la Ikurriña de Zarautz y Getaria -derrota en la última ola a manos de una gran Donostiarra-, así como en Bilbao y Galicia ante Zierbena, unidas a los traspiés de Orio y Ondarroa con cambios en las condiciones meteorológicas de por medio, han impedido alcanzar la excelencia.

Pero, hay otro dato que refleja bien a las claras la dimensión de los logros de Urdaibai en las dos últimas décadas. Desde que surgió la ACT en 2003, los bermeotarras han conquistado diez de las doce ediciones ligueras disputadas hasta la fecha. Son los reyes de la competición de la regularidad. A una distancia abismal en el ranking de los clubes más laureados se encuentran Kaiku y Hondarribia con tres títulos cada uno, mientras que Santurtzi y Astillero suman dos. Castro y un histórico como Orio, suman un título cada uno.

¿Qué significa eso? Pues que la entidad vizcaína es la única que cuenta con dos coronas CaixaBank en propiedad. Otro hito en su hoja de servicios. El trofeo queda en poder de aquel club que logra tres ligas consecutivas o cinco alternas. Todo ello hace que los txos' presenten unos números de leyenda que, esta vez sí, le llevan a obtener la matrícula de honor en la era moderna del remo.

La 'Bou Bizkaia' afrontaba las dos últimas citas del calendario con la obligación de ganar para alcanzar el récord de victorias y lejos de ser una pesada losa fue un acicate. Tras su arrollador triunfo en sábado en casa, los bermeotarras dependían en buena medida del factor suerte para alcanzar el objetivo ayer en la ría bilbaína y lo cierto es que la moneda salió cara. Como si el destino se aliase con sus objetivos.

El factor viento

A los patroneados por Gorka Aranberri les correspondió la mejor calle de la jornada. Con la marea subiendo y el viento arreciando cada vez con más intensidad, la baliza cuatro era la que todos los clubes deseaban sacar. Y claro, si a una tripulación como Urdaibai se le ponen las cosas de cara es complicado que deje escapar la oportunidad.

Con el crono marcado por Hondarribia, ganador de la primera tanda -19.52.36- como referencia, los bermeotarras salieron a por todas desde la txanpa inicial. Con Eolo azotando de cara y la corriente también en contra, comenzó a marcar diferencias pronto. De hecho, se plantó en la primera maniobra con un bote de ventaja sobre Orio y Donostiarra. Sin embargo, el crono de ls hondarribitarras en ese punto era nueve segundo mejor.

Era una referencia a tener en cuenta, aunque no como para hacer saltar las alarmas aún. El termómetro real de la situación en estos casos llega a mitad de recorrido. De hecho, nada más enfilar hacia las balizas interiores, los hombres de Iker Zabala comenzaron a recortar su desventaja respecto a los verdes y se plantaron en la segunda maniobra con dos segundos de renta, aunque con un Orio que parecía dispuesto a pelear por la bandera.

Para entonces, los 'txos ya habían ganado la calle a Donostiarra -remaba por la tres- de cara al último largo. «Ahora vamos a hacer daño. Atacale», lanzó el técnico azulón a la tropa y en poco más de un minuto mostró la popa también a Orio para realizar el último giro siete segundos por delante de los 'aguiluchos'. Salvo hecatombe, la bandera y el récord estaban ya en el zurrón de los bermeotarras que se plantaron en la calle tres para aprovechar la corriente y volar camino de la gloria. «Últimos cuatro minutos de la temporada. Destroza, destroza», ordenó Iker Zabala a su patrón. Aranberri puso en marcha todos los caballos del motor y fue nombrando uno a uno a todos los integrantes del plantel en las últimas paladas de la temporada antes de lanzarles un «historia chavales».

La segunda plaza de Orio por delante de Hondarribia, permitió a los amarillos conservar la cuarta plaza de la Liga por detrás de Urdaibai, Zierbena y Donostiarra en el cierre de campaña.