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MANUELA DÍAZ
Viernes, 20 de julio 2018, 00:47
La triatleta iurretarra Gurutze Frades respiraba ayer un poco más tranquila. Pasada las doce de la madrugada de ayer su bicicleta se colaba en una de las cintas de llegada de equipajes del aeropuerto de Loiu. Llevaba desde el domingo esperándola sin saber ... siquiera dónde estaba. «Es una vergüenza, para ellos es casi de risa, pero a mi podían haberme destrozado la carrera deportiva», señalaba visiblemente enfadada por el angustios incidente que le ha tocado vivir. La misma suerte corrieron sus compañeros Pablo Dapena, que se proclamó el sábado campeón del mundo en larga distancia, y Emilio Aguayo, que ayer mismo recuperaban el material deportivo y equipaje con el que se habían desplazado hasta Dinamarca. A los tres deportistas, la compañía aérea Iberia les perdió el equipaje también en el trayecto de ida y Dapena recuperó la bici justo el día anterior de conseguir con ella el mundial.
El domingo aterrizaba en Loiu, tras hacer escala en Madrid procedente de Copenhague. Su sorpresa fue mayúscula cuando comprobó que nadie sabía dónde estaba su equipaje. Después de tres días de larga espera, mirando cada minuto el ordenador para ver si se sabía algo y comprobar que el localizador no se había movido, decidieron denunciarlo en un tuit «Creo que tres maletas de bici son bastante visibles para no tener ni idea de donde se encuentran. Esto supera la ficción!», comentaban, a la vez que pedían ayuda al Consejo Superior de Deporte. Un día después recibían las bicicletas, aunque todavía les falta parte de su equipaje. En el caso de Gurutze, junto al equipaje personal van varias piezas necesarias para montar la bicicleta, por lo que sigue sin poder empezar a entrenar, algo vital en una deportista de élite a falta de poco más de dos meses para que se dispute la prueba más exigente del mundo.
Lejos de los sueldos astronómicos de otros deportistas, para Frades invertir otros 16.000 euros que cuesta su bicicleta y resto de material deportivo, con los que está apunto de viajar al Ironman de Hawai por tercer año consecutivo y que le ha permitido conseguir la mejor marca española femenina de todos los tiempos (9:01:00), es en estos momentos una carrera que no puede ganar. «He invertido mucho dinero en mi material deportivo y no tengo patrocinadores que me lo cubran, por eso perder mi bici es una avería tremenda para mí, de nada me sirven los 1.500 euros que te da Aena como indemnización», señaló.
Frades criticó con dureza la gestión en los aeropuertos de las maletas. «Las tratan fatal y muchas veces llegan echas caldo». En este sentido, hizo referencia a la triatleta gallega Susana Rodríguez y a su guía Paula García, a quienes Ryanair acaba de destrozar el tándem –bici movida por dos personas- con el que iban a participar este fin de semana en el Campeonato de Europa de Paratriatlón Olímpico que se disputa en Tatu (Estonia).
Pese a que la triatleta de Iurreta ha recuperado la bicicleta, que en cada viaje de avión se ve obligada a pagar entre 45 y 150 euros, todavía no han encontrado la otra parte de su equipaje personal y varias piezas necesarias para montar la bicicleta. Frades censura también la falta de trato personal recibido por Aena. «Te pasan con un contestador cuando es algo tan importante en tu vida», criticó.
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