Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Llega el evento deportivo más importante del año en Estados Unidos. Y el más seguido a nivel mundial. Este 2021, además, la Super Bowl promete ser histórica. La del relevo de Mahomes a Brady (o no). Esa en la que 'The Kid' (el chico ... del contrato de los 500 millones de dólares) se enfrenta a 'The Goat' (el mejor quarterback de todos los tiempos), que busca su séptimo anillo.
«Así superaré también a Michael Jordan», ha llegado a decir el veterano Brady, de 43 años, al que algunos daban por deportivamente muerto y que ha llevado a los Buccaneers de Tampa, por los que fichó en verano, a la segunda final de su historia. Además juegan en casa, en su propio campo, el Raymond James Stadium. Nunca, en 101 temporadas de NFL, se había dado esta casualidad. Jamás se había contado con tan poco público, solo 22.000 espectadores, por las restricciones impuestas por la pandemia, en una instalación con capacidad para 65.500, ampliable a los 75.000. Y tampoco se había visto que uno de los participantes fuera a cumplir su décima aparición en la final. Claro que eso ya fue noticia cuando Brady lo hizo por novena vez, y por octava, y por séptima.
restricciones covid
De todos modos, y aunque Brady sea el anfitrión, la leyenda y el hombre récord de este deporte, las casas de apuestas van con Patrick Mahomes, 25 años, que es quizá el que realmente se cita con la historia. La que empezó a escribir el curso pasado levantando el trofeo Vince Lombardi, que es el que dan al campeón, la que ya adelantó en 2019 al ser indiscutible MVP de la liga.
Es el líder de unos Kansas City Chief que defienden título y que se han mostrado intratables durante toda la temporada. Los chicos de Andy Reid ganan a medio gas. Habrá que ver si los Bucs les exigen esa marcha más que no han necesitado hasta ahora o si continúa despejada la autopista al segundo anillo de Mahomes. Hay quien le pronostica uno en cada dedo de sus manos al final de su carrera. Por algo al chico le han renovado por una década a razón de 50 millones de dólares por temporada. Realmente es un unicornio. Así lo reconoce todo el que juega con o frente a él. «Tras su primer entrenamiento -cuenta Tyreek Hill, otra de las estrellas de los Chiefs- pensé que alguien debía estar loco por fichar a semejante paquete. Unas semanas más tarde, lo reconozco, entendí que llegaría a ser el mejor de todos los tiempos». Es una opinión compartida por su equipo y quizá por los rivales. Incluso Brady.
La admiración entre ambos hace de la Super Bowl de este domingo (madrugada del lunes en España) una pequeña revancha. Mahomes solo ha perdido un partido de play-off en toda su carrera. Fue en enero de 2019 (temporada 2018), contra los Patriots entonces de Brady y en la prórroga. Nadie daba un duro por los de Missouri (Kansas City no está en Kansas), pero su ataque anotó 24 puntos en el último cuarto para forzar el tiempo extra. Entonces los New England, que tampoco son de Nueva Inglaterra, sino de Foxborough, Massachusetts, cerca de Boston, que atacaban primero dieron un recital en el que Brady sentenció sin dejar que Mahomes pudiera ni tocar la pelota.
histórico
Luego fue al vestuario, lo que justifica la anécdota. El veterano, la superestrella que jugó y ganó su primera Super Bowl cuando Mahomes, que estaba en la grada, tenía todavía solo seis añitos, fue a buscar al novato a las duchas para felicitarle. Para confirmarle que ése era el camino. La senda que ahora les pone a ambos ante la historia. A Brady, para redondearla con el que sería su séptimo título. A Mahomes para abrir una nueva era.
No obstante, pura paradoja al reclamar los quarterbacks todo el protagonismo, el football es el único deporte realmente colectivo de Estados Unidos. El basketball y el baseball son, en el fondo, disciplinas individuales que se desarrollan en grupo. Pero el football no. Todo depende del equipo. Por eso los Chiefs son favoritos, porque tienen mucho mejor bloque. Lo que sucede es que en un juego con más interrupciones que en un partido del Getafe de Bordalás, los chispazos de genialidad son los que deciden.
Las defensas, que normalmente se imponen a los ataques, y por eso se para tanto, desaparecen cuando Brady o Mahomes aciertan a conectar con sus receptores. Y, seguramente, serán ellos los que acaben por hacer campeón a uno y otro. Apunten, porque son los hombres a seguir sobre el césped de la soleada Florida.
De rojo -los Chiefs- el 87, Travis Kelce. La media naranja de Mahomes. El mejor atacante de la liga, tal vez. El 'tight end' que más pases recibe, que más yardas gana, que más touchdowns anota. Es el que aparece entre líneas. Cuando ya parece que no hay pase posible. Mahomes inventa (en posturas imposibles más de una vez) y Kelce resuelve. Puro espectáculo. Si la jugada va al pase largo, el 10, Tyreek Hill, y el 14 Sammy Watkins son los receptores recurrentes.
De blanco -los Buccaneers- también el 87, Rob Gronkowski. Otra de las leyendas de la NFL. Ha regresado de su retiro (estaba pasando el rato en la lucha libre profesional) para reverdecer laureles que ya logró junto a Brady en los Patriots. Es el espejo en el que se ha mirado Kelce toda su carrera. Más morbo no puede haber. Y en las alas el polémico y genial Antonio Brown y el joven Scotty Miller que ha sorprendido a todos durante la temporada.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.