Cifras de escándalo por las entradas de la Super Bowl

Si la pasada edición estuvo marcada por la pandemia, la Super Bowl de 2020 quedó manchada por los tintes políticos que adquirieron sus anuncios. El republicano Donald Trump, por entonces presidente de Estados Unidos, introdujo 30 segundos de pura propaganda al tratarse de la última final antes de las elecciones, mientras que el exalcalde Nueva York, el demócrata Michael Bloomberg, lanzó un spot contra la libre tenencia de armas en el país. Por eso, 2022 es el año de la recuperación de la verdadera esencia de la Super Bowl. Un mix perfecto entre un deporte seguido por todo el país y todo lo que genera en materia económica.

Medio minuto de un anuncio en el extenso descanso del partido tiene un coste de 6,5 millones de dólares (5,7 millones de euros), un 18% más que hace un año. Esta noche, un 40% de los anunciantes serán nuevos, destacando los de criptomonedas, vehículos eléctricos y apuestas deportivas, tres sectores en auge. Según la agencia Kantar, se calcula que las marcas incrementan su notoriedad un 24% por estar presente en el intervalo del encuentro. Entre ellas, llama la atención la vuelta del fabricante de cuchillas de afeitar Gillete tras 16 años de ausencia, o las patatas Lay's, cuya última aparición data de 2005. La cervecera Budweiser regresa tras su parón en 2021, cuando sus responsables destinaron la partida económica a concienciar sobre la vacunación contra la covid. Las eternas rivales Coca-Cola y Pepsi tampoco tuvieron anuncio el año pasado, aunque esta última patrocinó el concierto de The Weekend en el receso. Este año la actuación musical estará más repartida y con el rap como género protagonista. Dr Dre, Snoop Dogg, Eminem, Mary J. Blige y Kendrick Lamar se subirán al escenario.

Se calcula que la retransmisión del choque generará unos ingresos de 500.000 millones de dólares a la NBC (440.517 millones de euros), con una audiencia estimada de 100 millones de espectadores solo en EE UU. Para entender la magnitud del asunto, el siguiente programa de carácter no deportivo más visto en 2021 en América fue la entrevista que concedieron el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle tras renunciar al tratamiento de alteza real británica. 21 millones de televidentes siguieron la conversación de ambos con Oprah Winfrey, cinco veces menos que la Super Bowl.

Los cerca de 70.000 asistentes que estarán presentes en el SoFi Stadium deberán rascarse el bolsillo. El precio de las entradas oscila entre los 6.000 dólares (5.290 euros) hasta los 70.000 (61.670) de la zona VIP. Dejar el coche en los párkings cercanos al recinto tendrá un coste de unos 500 dólares (440 euros). La mayoría de los desafortunados que se deberán conformar con verlo desde el sillón echará mano de alguna franquicia de comida rápida. Se calcula que 12 millones de pizzas se repartirán en todo el país.