Quique Llopis ya está en casa recuperándose de la brutal caída que sufrió el pasado domingo en la final de los 60 metros vallas del Europeo de Estambul de pista cubierta. Candidato a medalla, el atleta del Playas de Castellón tropezó con la penúltima valla y se llevó por delante la última. Aterrizó de la peor manera posible, impactando su rostro con el tartán y quedando inmóvil sobre la pista mientras sus rivales no se percataban de lo sucedido, algo a lo que ha querido restar importancia para acabar con la polémica.
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En unas declaraciones que recoge 'El Español' a su llegada a España, Llopis ha admitido que aún no ha visto «nada» de la carrera, «que todo fue un poco caótico y he ido recordando poco a poco. Recuerdo estar en el aire y caer» y ha confirmado que todo se ha quedado en un susto. «Me encuentro mejor. En la cabeza estoy aún un poco dolorido, la oreja aún la tengo un poco taponada, pero me han dicho que se irá solucionando con el tiempo. Todas las pruebas que me han hecho han salido bien. Me han dado un trato increíble, allí en el hospital y también los servicios médicos de la Federación y de la organización», ha querido agradecer el corredor de Gandía, de 22 años.
Y a pesar de que solo piensa en descansar, en guardar reposo, Llopis ha puesto la mira en el Mundial de Budapest al aire libre que se celebra este mismo verano, a finales de agosto: «Lo primero es la salud, luego correr es secundario. Ahora, a recuperarme lo más pronto posible, pero en mente está el Mundial de este verano».
Cuestionado sobre la polémica que ha dado la vuelta al mundo, el momento en el que Llopis se queda paralizado durante unos instantes en la propia pista mientras ninguno de sus rivales acude a socorrerle, el récordman nacional de 60 metros vallas (7'48, mismo tiempo que el subcampeón olímpico Orlando Ortega) ha restado hierro al asunto. «Me lo han comentado. En las vallas se cae la gente y creo que no se dieron cuenta. No quiero darle más importancia», ha lanzado.
Especialmente criticada fue la celebración del ganador de la prueba, el suizo Jason Joseph, que siguió a lo suyo a pesar de que los servicios médicos habían puesto incluso un biombo alrededor de Llopis. El campeón se disculpó este lunes con Llopis: «Lo primero es lo primero. Siento no haber comprobado que estabas bien. Estaba perdido en ese momento. Estaba totalmente bloqueado de lo que me rodeaba. Espero que estés bien, te veo en las competiciones al aire libre».
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