Patrick Mahomes es el futuro del football y nadie lo duda. Y si lo hace no se atreve a decirlo en voz alta porque hay 500 millones de dólares que aseguran lo contrario. Sus dos temporada en la liga, lo justifican. La que terminó en ... febrero, llevando a los Kansas City Chiefs a ganar su segunda Superbowl, 50 años después de la primera, ha sido memorable. Tanto que los de Misuri –Kansas City no está en Kansas– le acaban de renovar por diez años más, convirtiendo al quarterback de Tyler (Texas) en el jugador mejor pagado de todos los tiempos en la NFL. Van a pagarle 503 millones de dólares por esa década que esperan prodigiosa. En realidad serán doce años porque ya estaba atado hasta 2022.
Publicidad
A esa montaña de dinero habrá que sumarle lo que llegue en patrocinios. Mahomes, la persona de la que más se ha hablado en el deporte estadounidense este invierno, no está todavía ni en entre los 100 atletas que más ingresan al año en el mundo. Será que solo lleva tres cursos como profesional y el primero estuvo calentando banquillo.
No aparece en la lista de la revista Forbes, en la que sí hay cinco españoles, por ejemplo. Nadal, Alonso, Iniesta, De Egea y Sergio Ramos. Es decir, que a poco que las marcas actualicen su retribución, el simpático, sencillo y talentoso quarterback de los Chiefs empezará a rivalizar con Roger Federer (el más rico gracias a la marca china que le viste), LeBron James, Leo Messi y Cristiano Ronaldo.
Hay gente nacida para ser estrella del deporte. Brillan. Mahomes iba para crack del baseball. Su padre fue profesional. Hasta el segundo año de universidad dio vueltas al diamante. Luego lo dejó y aún así los Tigers de Detroit le ofrecieron un contrato en las grandes ligas.
Publicidad
James, el de los Lakers, dicen que habría sido uno de los mejores wide receiver de la historia. De crío era increíble, pero solo jugó un partido en serio, en la universidad. Salió en el tercer cuarto, ganó más de 100 yardas e hizo dos touchdowns. Perdieron 15-14. Perdían 15-0 hasta que le dejaron jugar. Pero esa es otra historia.
La de Mahomes, que optó por la NFLen vez de la MLB cuando los Chiefs le seleccionaron el décimo puesto del draft de 2017, es la crónica del chico que ha llegado para cambiar el deporte. Como James. Bueno, como Curry tal vez, porque ambos hacen cosas que nadie más puede o imagina.
Publicidad
Esa es la magia de Mahomes. Una forma de ver el campo que hace recordar al mítico e inolvidable Joe Montana. Un carácter que enciende a sus compañeros con tres palabras. En la Superbowl, perdiendo 10-20 al final del tercer cuarto, solo tuvo que soltar un speech a sus chicos, 10 segundos, y sacar el brazo a pasear para con un parcial de 21-0 ganar el campeonato.
Remontó en cuartos, en semis y en la final. Se ha adueñado del mote de 'comeback kid' que tenía Montana, aunque los compañeros le llaman 'Magic'. Es normal, ha evolucionado el fútbol americano combinando el juego a la mano con los pases largos, corriendo él mismo cuando es necesario y anotando y logrando integrar el videoarbitraje en las jugadas. Y eso es increíble. Lee las defensas al nivel que sabe que si coloca un pase en un determinado punto, los rivales solo podrán evitarlo haciendo falta. En la NFLse monitoriza todo y nada se escapa. Así gana yardas imposibles. Y eso sí que vale 500 millones de dólares, 445 en euros.
Publicidad
ahomes lo tiene todo para triunfar en el campo de 100 yardas y para hacerlo fuera. Cae bien. Tan bien que alguien hasta se inventó que dos días antes de la Superbowl había ido a cenar a una pequeña pizzería de la ciudad con su novia y que luego pagó la cuenta de todo el local. Era falso, aunque ha debido de hacerlo un par de veces durante la temporada.
Esa cara traviesa de niño bueno y saber por dónde pisa, le ha colocado también como faro en un asunto como el 'Black Lives Matter'. En el huracán tras el asesinato de George Floyd fue la voz de la cordura. Firme ante los racistas y sin dar una sola excusa a la extrema derecha trumpista. «Como hijo de padre negro y madre blanca, he tenido la suerte de ser aceptado por ambas comunidades. Por desgracia no todos mis compatriotas tienen esa misma suerte», declaró.
Pat Mahomes padre fue profesional del baseball. Pitcher de los Red Sox, entre otros. Su madre, Randi Martin, es la típica rubia tejana de familia ultracatólica. «¿Por qué la sociedad no puede ser como un vestuario de football, en el que nada importa tu raza o creencias, solo lo que haces por el equipo?», preguntó públicamente el quarterback.
Casualidad su carrera va ligada a los dos equipos acusados de tener nombre racista. Los Chiefs –con toda su simbología inspirada en los nativos americanos– y los Redskins de Washington. A los capitalinos traspasaron al quarterback que impedía que Mahomes fuera titular. Los del Potomac ya han anunciado que cambian su ofensivo nombre.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.