Mikel García suma el título de campeón de Europa y se acerca a los Juegos Olímpicos

Es la primera vez que el atleta con síndrome de Down logra el oro en los Juegos Europeos de Verano Virtus, porque durante las dos últimas ediciones estuvieron suspendidos por la pandemia. En la cita participaron una veintena de países y los deportistas pudieron medirse en disciplinas tan diversas como atletismo, natación, tenis de mesa, baloncesto, balonmano, ciclismo, remo, bádminton y tenis. La delegación española sumó 49 oros, 25 platas y 15 bronces.

García aterrizó el domingo en el aeropuerto bilbaíno «cansado y satisfecho» por los resultados. «Me he sentido muy bien, estoy muy contento. He salido fuerte y he apretado al final porque me encontraba muy bien en la carrera», manifestó. El corredor aprovechó para felicitar a sus compañeros Nico y Manu, que también lograron un buen resultado.

Ya con la temporada terminada, se plantea descansar unos días, bajará el ritmo de entrenamientos a dos semanales- llevaba las últimas seis semanas practicando para el europeo todos los días-y después del verano volverá a la carga con la preparación del Mundial, que se disputará el próximo año en Francia. «Es el reto más 'gordo' que tengo entre manos. Lógicamente competiré en el resto de pruebas del calendario, pero tengo que empezar a prepararme para la cita francesa», reconoce.

El objetivo es revalidar el título, pero no solo. «Javi Conde ya me ha dicho que tenemos que ir a por el récord, así que lo voy a intentar con mi equipo y mis entrenadores», adelanta. Al atleta le queda la espinita clavada de no poder todavía participar en los Juegos Olímpicos. «Sigo sin entender por qué no podemos correr. Esa pregunta me la hago siempre y ya sé que estamos haciendo mucho, pero me gustaría saber por qué no nos dejan», apunta.

García, su familia y el propio equipo confían en que al menos los deportistas puedan asistir a las Olimpiadas que tendrán lugar dentro de seis años en Los Ángeles. El vizcaíno cuenta con el apoyo incondicional de su familia. Sus padres, Gotzon y Elvira, llevan meses luchando por conseguir «lo que es de justicia» y han impulsado el proyecto #downparís2024 en las redes sociales. Por su labor incondicional el Meeting de atletismo de Basauri, una prueba incluida en el calendario del Comité Paralímpico Internacional, les premió con un txipi.