Metcalf vence a Kerman Lejarraga a los puntos y se lleva el Continental superwelter de la WBA

Kerman Lejarraga advirtió en el pesaje que se tomaría este combate como si de un Campeonato del Mundo se tratara, consciente de la gran la dureza de su rival. La preparación del púgil vizcaíno en Nevada, perfeccionando su técnica a las órdenes de todo un maestro del noble arte como Ismael Salas, probaban con creces que no era mera palabrería. Asimismo, desde el primer momento, Metcalf correspondió a su estatus en el ring y no puso las cosas nada fáciles al local. Constantes intercambios de golpes entre ambos convirtieron los primeros asaltos en una guerra sin cuartel, sin un dominador claro. El británico sabía buscarle las cosquillas a Lejarraga en su mejor terreno, la corta distancia.

Ninguno renunciaba a ese estilo y, por lo tanto, presentaron una auténtica batalla cuerpo a cuerpo para deleite del público. En el sexto asalto, el revólver de Morga abrió el pómulo de su contrario y, como buen depredador, parecía que podía oler la sangre. No obstante, Metcalf se defendió con uñas y dientes, sin dejar que los proyectiles de Lejarraga le impactaran con claridad. La grada de Miribilla no perdía la fe en el golpe definitivo que firmara la sentencia del británico. Motivos tenían para creer en ello, ya que suele decidir la mayoría de sus combates por la vía rápida. Esta vez no fue así. Todo quedaba en manos de las tarjetas, con la sensación de que todo podía pasar. Finalmente, dilucidaron un triunfo ajustado de Metcalf.

El resto de la velada fue igual de espectacular. En primera instancia, el vitoriano Fran Mendoza se mostró muy superior a Álex Mejía y se impuso a los puntos tras una gran exhibición de resistencia del nicaragüense para no besar la lona. Después fue el turno del prolífico Jon Miguez, que volvió a dar una auténtica demostración de su potencial, ganando por la vía rápida a un rocoso Moorcroft. El de Castro mantiene así su imbatibilidad, con un brillante récord de 17 victorias. La antesala del combate principal fue entre Jairo Noriega y Ángel Moreno por el título europeo del peso mosca. El primero de ellos partía como favorito, pero el de Villarreal dio la sorpresa tirando al suelo en varias ocasiones a su rival y venciendo con mucha autoridad.