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Fútbol de Álava
«Llevamos 15 años sin poder regar el césped; hasta los árbitros se quejan»Fútbol de Álava
«Llevamos 15 años sin poder regar el césped; hasta los árbitros se quejan»En el seno del Aurrera de Vitoria se respira una euforia contenida. «Ya somos el siguiente en la lista. Nos han prometido que esta temporada ... nos van a cambiar el campo número 3», celebra Kiko García, integrante del equipo directivo del club vitoriano. Sin embargo, aún desconocen cuándo, lo que les obliga a seguir alerta y competir en unas condiciones «muy peligrosas», describe.
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Y ofrece una detallada radriografía sobre su estado. «Hay trozos de césped levantados, zonas sin juntas en las que entra una bota, parches en agujeros que sobresalen, una hierba tan desgastada que es más bien una lija...y un sistema de riego que no funciona». No lo hace «desde hace 15 años, así que no podemos regar». El deterioro es tal que «hasta los árbitros se han quejado y han puesto en las actas el estado del campo».
Olaranbe está conformado por cuatro terrenos de juego; dos naturales y dos artificales. Son estos dos últimos (los número 3 y 4) los que se encuentran en peor estado. «Sobre todo el número 3. Lo estamos teniendo que utilizar porque no queda otra». Y los equipos a los que se enfrentan, que vienen también de otras provincias, «flipan con el campo. Ni siquiera el balón bota normal, es surrealista».
No son los únicos que alzan la voz. En el CD Zaramaga y el Mercedarias arrancaron la temporada con una sentada. «Cada verano parchean el campo para salvar la temporada. Tanto nosotros como Mercedarias creemos que es peligroso para la integridad física de los jugadores», se quejó Ander Fernández, directivo del CD Zaramaga. Hace 24 años que se inauguró un 'verde' que no es capaz de mantener el ritmo. «Si esto sigue así, tendremos que hacer más parones o realizar otro tipo de protestas».
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El San Ignacio optó hace dos años por cortar por lo sano y cambiarse de campo. Es la primera vez en sus 60 años de historia que el primer equipo, que ahora milita en Tercera División, abandona Adurza. «Al final tienes esa sensación de estar jugando siempre como visitante, con las dificultades que ello conlleva», censura Abraham Riezu, presidente de la entidad, quien pone el ojo en la cantera. «Ellos sí que tienen que seguir jugando en Adurtzabal, con el riesgo que supone».
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