Kona, el paraíso del triatlón

Dos alaveses tomarán la salida. El profesional Eneko Llanos cumplirá su decimotercera cita y Javi Pérez afrontará su segundo en grupos de edad 30-34.

-Es un triatleta grupo de edad. ¿Qué le falta para dar el paso a profesional?

-Este año estoy pensando en sacarme la licencia profesional de cara a 2020. Tiene un coste de unos 900 dólares. Tendré que buscar algún esponsor o apoyo. Entreno como un profesional, pero sin tener el descanso de un profesional. Trabajo y adapto mis entrenamientos a mi tiempo libre. Los profesionales se hacen sus 'stages' en altura en paraísos de entrenamiento que nosotros no nos podemos permitir.

-Llegó al triatlón hace cinco años, ¿esperaba esta progresión?

-Yo hice fútbol. Después lo dejé porque me dediqué a estudiar y decidí correr carreras populares y también bici de montaña. Cuando empecé no era bueno nadando, y ahí he ido mejorando. Óscar Abad me ayuda con la natación, el resto de entrenamientos los hago de forma autodidacta. Mi mejor tiempo es 8 horas y 39 minutos, aunque depende de muchos factores, circuito o clima.

-En 2017 acabó en 9 horas y 47 minutos su primer Ironman de Hawai. ¿Qué espera este año?

-Sin duda, rebajaré ese tiempo porque en 2017 competí en malas condiciones. La semana anterior estuve con fiebre. Menos mal que mi novia es enfermera y me ayudó mucho. Se podría decir que vuelvo para quitarme esa espina.

-¿Hawai es la meca del triatlón?

-Es el campeonato del mundo, de ahí su relevancia. Kona es un pueblo costero pequeño y con encanto. Vas por la calle y ves a los profesionales, está todo el mundo entrenando. Es como los dos o tres días que se viven en Vitoria, pero aquí son dos semanas y a lo grande. Todas las marcas están exhibiendo sus productos. Es un espectáculo. Es un paraíso, porque la isla es muy grande, con diferentes climas. Hay una zona más tropical, otra más volcánica. Tiene sus playas espectaculares y la gente es muy acogedora. Lo del collar de flores, lo confirmo, en el aeropuerto te reciben así (risas).

-¿Se entrena de manera diferente esta cita?

-Intentas hacer entrenamientos similares, 'indoor' con temperatura alta, sin aire, donde la sudoración es muy grande, calculando lo mínimo que tienes que beber. Entrenos de la carrera a pie en el gimnasio sobre la cinta. También utilizas la sauna para sentir ese calor asfixiante.

-¿Competirá como profesional alguna vez?

-Es algo que hay que meditar mucho, conseguir esponsor que apuesten, pedir una excedencia en mi trabajo. ¿Un sueño? Desde luego.

-¿Cambian los objetivos en su decimotercera presencia en Kona?

-No quiero pensar en resultados. Es muy difícil plantearte un puesto en meta. Solo pienso en disfrutar, en hacer una buena competición y poder acabar con una buena maratón, encontrándome bien, que es lo que me ha faltado los últimos años que he estado. Si cumplo con esas premisas, el puesto puede ser bueno.

-¿Está en su mejor versión tras exhibirse en el Ironman de Vitoria?

-Físicamente estoy muy bien. Pero hay mucho nivel y la gente está haciendo unas carreras increíbles. Es cierto que competir en casa es un plus. En Hawai estarán otros 49 que también han hecho un temporadón.

-¿A qué rivales debe vigilar?

-Uff, son muchos. Te podría hacer una lista de un posible top 10. Somos 50 y te pones a mirar lo que cada uno ha hecho en esta temporada o en los últimos años y el nivel es altísimo. Están los más sonados, como Jan Frodeno o Patrick Lange.

-¿Qué destacaría de cada uno de los sectores?

-La natación se hace en la bahía de Kona, una especie de mar abierto, bastante cómoda. La diferencia es que se nada muy rápido y que vamos sin neopreno porque la temperatura se acerca a los 27 grados. El circuito de bici no es muy duro. Lo que condiciona es el viento, que endurece la carrera. En el maratón, la prueba no es llana ni rápida. En el kilómetro 15 hay una pequeña subida y luego estás en continuo sube y baja. Pero lo que marca es el calor y la humedad. Lo normal es superar los 30 grados y si se suma el 80% de humedad, son condiciones duras.

-Su mejor tiempo lo estableció en Vitoria con 7 horas, 55 minutos y 16 segundos. ¿Estará cerca?

-Eso es muy relativo. El récord de Hawai lo estableció el año pasado Patrick Lange con 7:52:39 porque se dieron unas condiciones muy buenas. Se utiliza mucho como referencia el tiempo, y siempre hemos hablado de bajar de las ocho horas porque ha sido una barrera mítica en la distancia Ironman. Si este año las condiciones se endurecen, igual estamos hablando de más de ocho horas.

-¿Cómo califica su temporada?

-Muy buena, porque he vuelto a disfrutar de la competición. En los últimos años estaba entrenando muy bien, pero faltaba que me saliera una buena competición. Tuve muchos problemas de estómago en distancia Ironman. Este año he hecho tres buenos, Arizona, Sudáfrica (fue cuarto) y Vitoria, donde me he encontrado muy bien.