Kilian Jornet pierde por primera vez una ultra desde 2018 tras ser padre: «He dormido una media de dos horas»

Gabriel Cuesta

Domingo, 23 de marzo 2025, 12:32 | Actualizado 13:13h.

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Kilian Jornet (Sabadell, 987) es humano. El corredor de montaña catalán ha perdido por primera vez en una ultra tras casi siete años cosechando siempre triunfos. La última vez que no cruzó el primero la línea de meta había sido en 2018 y por la reacción alérgica a la picadura de una abeja. El escenario donde se ha fraguado su derrota ha sido el Chianti Ultra-Trail del UTMB (el principal circuito de trail running del mundo). Un recorrido de más de 120 kilómetros y 5.200 metros de desnivel positivo entre 25 castillos medievales de la Toscana italiana. Ha pagado las dos horas de sueño de media diaria que solo ha conciliado esta última semana tras ser padre por tercera vez hace unos días y ha terminado segundo. Llevaba siete meses sin competir y dos años alejado del universo UTMB por sus discrepancias con la organización.

«El gran objetivo para mi era conseguir el pase a Western States, tenía un dolor en la rodilla y no podía arriesgar. La media de sueño de la última semana ha sido de dos horas», confesaba ya en meta. La gran estrella del trail running buscaba en esta cita transalpina clasificarse para esta conocida ultramaratón que se celebra en California. Necesitaba ocupar uno de los dos primeros puestos de la carrera. Y selló la segunda plaza. También le servía ser tercero si le superaba era el estadounidense Jim Walmsley, quien precisamente acabó coronándose como ganador. .

Se trata de la primera vez que el español no gana en una ultra en la que participa desde que en 2018 se viese obligado a abandonar la UTMB (Ultra Trail del Mont Blanc) por una picadura de abeja que le provocó una reacción alérgica que le impidió completar el recorrido. El catalán cruzó en Italia la meta en 10 horas, 27 minutos y 27 segundos, con un margen de 30 segundos sobre el francés Vincent Bouillard. Por delante, Walmsley consiguió derribar el listón 10 horas y cruzó la meta 12 segundos por debajo de esa cifra.

Jornet llegó a poner en duda su presencia en Italia al priorizar estar con su familia. La noticia de su paternidad salió a la luz a los pocos días de la prueba y finalmente decidió viajar. «La carrera era más técnica de lo que esperaba, muy bonita y una gran competición. Jim ha dado una masterclass», reflexionaba Jornet. Hace siete meses también estuvo cerca de perder una carrera, la última por la que se había puesto un dorsal hace siete meses, aunque no se trataba de una ultradistancia. Fue en la Sierre-Zinal suiza de 33 kilómetros, donde certificó su agónica victoria por dos segundos de ventaja.

Los dos últimos años en los que lleva apartado de las largas distancias sus rivales han mejorado de forma notable y ponen las cosas más difíciles a un Jornet que hace dos años y medio se coronaba en su último triunfo en el Ultra Trail del Mont Blanc, la carrera de montaña más emblemática con 171 kilómetros y 10.000 metros de desnivel, con un tiempo récord de 19 horas, 49 minutos y 35 segundos. Tras ese histórico triunfo en 2022, en cabeza del palmarés de esa carrera con cuatro muescas, no ha vuelto a por el quinto triunfo al criticar duramente a la organización UTMB al considerar que fomentan un monopolio por las decenas de carreras pasarela (una de ellas es Chianti) que deben completarse para correr en Chamonix.

Estos dos últimos años se ha centrado en retos personales en Pirineos y Alpes, con algunas incursiones en media distancia como la Zegama. En su vuelta a la ultra en la Toscana, los dos últimos ganadores de esta prestigiosa prueba del Mont Blanc le han hecho sufrir de lo lindo este fin de semana.