Jon Rahm jugó de manual desde el sexto hoyo y no volvió a fallar ninguna calle hasta el final. Fedex Cup

El juego ordenado no le basta a Rahm para crecer más

Solo consigue robarle otro golpe al campo (-4) en la tercera jornada en el TPC Boston pese a no fallar ni una de las últimas trece calles jugadas este domingo

Domingo, 2 de septiembre 2018

Imaginaba una evolución más proyectada en la clasificación. Cierta decepción por ello, por verse aún lejos de la cabeza, limitadas sus ganancias económicas y deportivas, a falta de los últimos 18 hoyos de este lunes. No suele ser habitual en el golf que ... el juego ordenado, pulcro, sin fisuras, no incluya un buen premio. Jugar recto es el dogma con que cada cual parte de un tee de salida y eso este domingo volvió a niquelarlo Jon Rahm. Y el buen comienzo en el TPC Boston incluyó que a la séptima vuelta que hace al campo (contando las cuatro del pasado curso) firmara su primera calle camino de la primera bandera. Un presagio para un día de mucho control en el que el único déficit que explica una renta rebajada de birdies fue no acortar ese radio medio superior a los cinco metros para conseguirlos que arroja su saldo.

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La verdad es que sólo tardó esa bandera en mover su tarjeta. Aunque se fue a la zona excluida del cuidado agrónomo en el 2 y llegando por los pelos a la antesala del green, embocó desde cuatro metros para dar el primer brochazo de rojo en su cuenta. Esta vez torció el gesto de inmediato al visitar un búnquer con una salida poco estable a la hora de golpear y no atinar con el putter para par desde un tramo idéntico al que minutos antes le había permitido ponerse -3. Necesitó visitar tres banderas más para ir recalculando, corrigiendo, serenando, adquiriendo las coordenadas precisas para evitar el comienzo enviciado, con deriva y obligación de reconducir el juego.

Dicho y hecho. Era como si el calibrado diera en la diana, un ejercicio de precisión que puso sus palos al servicio de las calles y greens conquistados. No volvió a fallar una de las trece que le quedaron por superar y sólo dilapidó la alfombra del 18 cuando hizo otra apuesta para buscar el doble o nada. Este campo se presta a ello en tres o cuatro casillas y es bueno asumir ese riesgo por lo mucho que puede ofrecer.

Y no está siendo en Norton (Massachusetts) el putter ese hándicap que le altera y aleja de sus ideas. El palo de la suerte suprema le ha acercado a tener serias posibilidades, reales, de mejorar notablemente su resultado. A partir de la sexta bandera, por debajo de los cuatro metros, sólo se dejó dos toques sin resolver, uno para par y otra para bogey, en un inesperado tripateo al 15 que erró desde paso y medio. Entre los cinco y diez metros nunca dejó la bola más lejos de un trayecto de vuelta de un metro. Y cuando la distancia se multiplicó tiró con fe, potencia y dirección precisas. Dos veces desde 22 metros para dejar un birdie de medio metro y un par desde unos dedos más cerca aún.

Tampoco se le fue el guion de las manos a Rahm según la secuencia de pares, como la víspera, crecía sin aparente cesar. Él a lo suyo, a seguir porfiando, legando al -4 y retrocediendo al -3, con el puesto 29 como mejor plaza provisional este domingo y la resaca llevándole más allá de los cuarenta principales según se iba moviendo una jornada en la que de nuevo hubo voluntarios para demostrar que este campo es atacable por muchos flancos. Dos latinos entre ellos, un tremendo Abraham Ancer, que perseguía cerrar el día como líder en solitario, y el argentino Emiliano Grillo, encelado con el recorrido. También van apareciendo figuras añoradas, como Rory McIlroy y su renovado swing. El norirlandés causó baja voluntaria en la primera criba de la FedEx Cup para trabajar pensando en el fin de temporada y en clave de Ryder Cup, en la que cada vez son más numerosas las voces que le colocarían como hipotética pareja de Jon Rahm, con el que ha compartido partidos y entrenamientos semanas atrás mostrando ambos una notable empatía.

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Pero el lío lo montó DeChambeau, compañero de partido con Tiger Woods y en estado de gracia con sus 14 palos idénticos en largura de varilla. Suya era la mejor tarjeta del día (-8) que incluyó un eagle para acabar la jornada en la que sólo cedía un golpe ante el mexicano Ancer a la hora de redactarse esta información. Este lunes se disputa la jornada final.

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