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jon aroca/karel lópez
Domingo, 10 de noviembre 2019
Ha pasado diez meses de calvario, pero a la primera ha demostrado que no ha perdido su colmillo. El vitoriano Iván Fernández terminó ayer tercero en la Behobia-San Sebastián, una clásica del calendario coincidente con la jornada electoral y marcada por el frío ... y la lluvia que protagonizaron los veinte kilómetros del recorrido. Se quedó a nueve segundos del segundo clasificado, Iraitz Arrospide, y a 14 del vencedor, Chakib Lachgar. Un resultado sorprendente. El sábado, en declaraciones a EL CORREO, aseguró que no tenía más objetivo que el de «seguir con una larga y cuidada recuperación». Ir poco a poco parecía fundamental para un atleta que ha pasado diez meses fuera por una doble lesión en el tendón de aquiles.
Pero también avisó que estaba «muy satisfecho» con sus últimos entrenamientos. Y lo demostró en una prueba en la que ya ha dado buena muestra de sus virtudes. El año pasado también terminó en tercera posición en la misma prueba. Ha logrado llegar a meta en un tiempo de 01:01:10, mejor tiempo que el año pasado, cuando registró 44 segundos más.
Los focos se los llevó el inesperado ganador. Chakib Lachgar lleva once de sus 30 años en Gipuzkoa. Llegó en mayo de 2008 procedente de Ouargui, una pequeña localidad de Marruecos. Para él no fue fácil tomar la decisión de abandonar su tierra, «un pequeño pueblo a poco menos de cien kilómetros de Marrakech». Y menos sabiendo que lo hizo en los bajos de un camión. Más de una década después, este atleta que ha mantenido la nacionalidad marroquí se impuso ayer en la 55 edición de la Behobia-San Sebastián, prueba en la que se inscribieron 33.000 corredores.
Lachgar ganó la clásica guipuzcoana sorprendiendo a los favoritos, empezando por el máximo candidato, Iraitz Arrospide, vigente campeón mundial de los cincuenta kilómetros en ruta, que terminó segundo en la meta, después de haber liderado la carrera desde la primera zancada. Él se colocó al frente de un grupo de diez corredores que fue haciéndose más pequeño conforme transcurrían los kilómetros.
La dureza del trazado hizo la primera selección y acabó formándose un bloque definitivo de candidatos con Arrospide, Iván Fernández, Jesús Olmos, campeón nacional de 10 kilómetros, y Chakib Lachgar, que empezó unos pasos por detrás, pero sin perder la referencia visual de los demás.
El marroquí parecía tenerlo imposible en los últimos metros, pero se unió a sus rivales en la recta final, y al estar menos desgastado que ellos, exhibió una punta de velocidad que le permitió llevarse la victoria con autoridad. Segundo llegó Arrospide, seguido de Fernández y Olmos.
«Tenía 18 años cuando dejé Marruecos», recordó el vencedor de la prueba, que a pesar del tiempo transcurrido no olvidará nunca su peligrosa peripecia camino de Europa. «En la zona donde vivía ese es el objetivo. Aunque mi mente no iba por ahí. Yo empecé a trabajar con 16 años. Al acabar el colegio me fui al Sáhara a buscarme la vida y también estuve en Tánger. Trabajé en una frutería, en el sector textil, de albañil, pero sobre todo de pastelero...».
Chakib acabaría interesándose por las vías que sus compatriotas utilizaban para emigrar. Creía llegado el momento de emprender la aventura de su vida. «Para montar en una patera se necesita mucho dinero, de modo que acabé en los bajos del camión. Mi intención era ir a Alemania, Estocolmo...», relató el atleta, que finalmente, tras pasar unos meses en Murcia, se afincó en Gipuzkoa y llegó a vestir la camiseta de la Real Sociedad.
La Behobia-San Sebastián es el broche de oro de su estancia en Euskadi. Dentro del atletismo, deporte que ya practicó en su país desde los 12 años (con 14 compitió en el campeonato nacional de cross de Marruecos), Chakib destaca también en la competición de pista. En 2011 comenzó a entrenar a las órdenes de Ricardo Jiménez y fue aquella temporada, 2011-2012, cuando ganó el campeonato absoluto de Gipuzkoa en Ordizia. Pero antes de que llegaran las primeras victorias, la necesidad le había obligado en 2008 a vivir sus primeros días en el País Vasco al margen del deporte, primero en Tolosa y luego en Villabona. «Hice cursos de soldadura y pastelería. Estuve de prácticas en Lekuona y me quedé trabajando cerca de un año»
Cuando ya tenía los papeles para quedarse, la crisis económica empujó a Chakib a abandonar Euskadi un tiempo. Se marchó a Alemania y allí encontró a un amigo aficionado a ver carreras de atletismo por televisión que además salía a correr. Con 22 años, en 2011, Lachgar volvió a sentirse atleta. «Hice una prueba de montaña en Alemania y quedé segundo en mi categoría», recuerda el marroquí, que no tardó en volver a Gipuzkoa y en competir y ganar. El fruto de su esfuerzo lo recibió ayer al arrodillarse emocionado en la meta donostiarra. Establecido en Errenteria, Chakib Lachgar sabe que lo que es triunfar en la Behobia-San Sebastián.
La prueba femenina careció de la emoción de la masculina. La vencedora fue Gema Barrachina, por delante de Diana Martín y Gisela Carrión. No fue el día de la canaria Aroa Merino, la 'Reina de la Behobia', que con tres triunfos seguidos en las ediciones precedentes, vio como el frío heló sus piernas, quedando claro desde la salida que no iba a reeditar triunfo. La victoria de Barrachina se gestó a media carrera, a la altura de Errenteria, cuando se marchó en solitario e hizo los últimos kilómetros sin otra compañía que la lluvia y los miles de aficionados que animaban desde los arcenes.
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