Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Novedad para Jon Fernández en su regreso al botxo. Se presentará el sábado en La Casilla con un peso pactado de 62,5 kilos, más allá del ligero, y ante Houya, un rival al que no le saca la cabeza. Al contrario. Será una de ... las pocas oportunidades en que veamos al de Etxebarri reflejado en su espejo, frente a un alter ego, otro púgil en torno a los 180 centímetros con lo que el comodín de la envergadura no será canjeable. Poco le importa al pupilo de Celaya, cada vez más concentrado en sí mismo, en desarrollar sus planes de combate. Su superioridad le sigue sin permitir explorar situaciones de pelea duradera, con paso de rounds y entrada en acción del factor físico. Sus puños mantienen el yunque dentro y los oponentes saltan al ring con minutos de caducidad. Los dos primeros que tuvo como profesional han sido los únicos que soportaron en pie un litigio. Entonces a cuatro asaltos.
El ruso Podolski, oponente en el WBC Silver en la última presencia en el pabellón bilbaíno, llevó su aguante hasta el sexto round. Sólo el americano Foster, con el que perdió en Estados Unidos por decisión, le hizo a 'Jonfer' comprobar lo que cambia un combate cuando se prolonga hasta su duración total. Por el camino ya lo saben 19 victorias, 17 por la vía rápida y 13 de ellos sin llegar a iniciar el cuarto episodio.
Esta es otra película y el propio púgil vizcaíno lo agradece porque significa evolución, progreso, proyección. El tunecino Houya le va a plantear un rompecabezas distinto, más sesudo, en el que es posible que se deba tomar su tiempo para ir despejando incógnitas. Con una marca de 14-1, sólo dos des sus victorias llegaron antes del límite. La traducción es simple y se refleja en su instinto para boxear. Mano dominante, desbrozadora, siempre por delante, tratando de abrir hueco para su gancho de derecha. Una y otra vez. Y si no ve la rendija, bien protegido y con todo el tiempo y paciencia del mundo para seguir intentándolo.
Los combates largos son territorio natural para el campeón africano de visado boxístico parisino. Y su herencia olímpica queda presente en los buenos hábitos sobre la lona. Boxeo técnico a falta de dinamita. Es la gran diferencia que le distingue de Jon Fernández. Además de una liturgia y esgrima ortodoxas, el de Etxebarri porta manos de demolición.
Ambos han tenido un 2019 parco en actuaciones. Dos por barba. Houya ganó a los puntos en julio a Kelly Figueroa y viene de noquear (su segundo k.o.) el 16 de noviembre a Edine Moussa, quien le endosó su única derrota como profesional, en 2016. 'Jonfer' ha tenido casi menos trabajo incluso porque en Torrelavega el finlandés Eronen le duró 20 segundos, que fue lo que tardó en talarle tras propinarle 15 golpes. Después, en Ponferrada se hizo con el WBC Latino, ya en el peso ligero, ante Miguel Ángel Arévalo quien solo soportó el castigo durante 12 minutos.
El pegador vizcaíno realizará hoy, junto a otros integrantes del cartel del sábado, un entrenamiento en La Casilla a partir de las 17.45 horas. El pesaje se llevará a cabo mañana por la tarde en las instalaciones del gimnasio Nivel 3 en Indautxu.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.