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Pasadas las dos de la madrugada, los puños en alto volvieron a corroborar una nueva victoria de Jon Fernández. La decimonovena, y decimoséptima por la vía rápida. El mexicano 'Bravis' Arévalo no llegó a completar el tercer round. El árbitro detuvo la ... pelea tras la paliza que llevaba ya acumulada, con el ojo derecho camino de quedar cerrado. No le sirvió de nada su arranque bravucón, como si en vez de en el Universitario de Ponferrada estuviera al socaire de cualquier ring en su Tijuana natal. Era su primera pelea fuera de México y no la olvidará. Llegaba con una marca de 17-1-1 y su segunda derrota profesional, además de convertir en campeón WBC Latino a 'Jonfer', le dejó el rastro de una cara magullada y unas costillas doloridas.
Ante unos mil espectadores que ya le aclaman como uno de los suyos –el púgil ha trasladado su residencia permanente a esa localidad berciana–, el púgil vizcaíno volvía a sentir un cosquilleo especial cuando avanzaba hacia la tarima. Siempre ha estado seguro de sí mismo, de su trabajo metódico, pero esta ocasión era algo diferente ya que era su primera pelea oficial en el nuevo peso al que ha ascendido porque «el cuerpo me lo pedía». En el límite del ligero mantuvo ante Arévalo su ventaja de altura y envergadura. Un título oficial en juego para darle más empaque a la ocasión. Y un rival que amagó con convertir el pulso en una batalla.
No fue postureo, sino una apuesta por una puesta en escena exigente. El mexicano se hacía un ovillo y se revolvía, se movía para evitar que la mira de los puños de 'Jonfer' se clavaran en su zona de flotación. Moverse y contras, un argumento que mantuvo en el primer round. Llegó un par de veces con claridad pero escaso de dinamita a la diana del vizcaíno, que era quien ejecutaba series y se cebaba cíclicamente con su rival. Combinaciones izquierda-derecha abajo continuando con manos rectas al rostro.
Mediado el segundo asalto la cara de Arévalo ya mostraba el rastro del castigo. Se le veía fundido y sus manos ya no salían cuando las series de Jon Fernández le castigaban. Muy quebrado se comió la última combinación y caía de rodillas en una esquina neutral mientras sonaba el gong del final del round. Pareció que desde su esquina asomó la toalla de rendición mientras su equipo le ayudaba a llegar al banco. Pero cuando el árbitro llamó a los contendientes para iniciar el tercer episodio la bravura del de Baja California le hizo responder al referee y plantarse de nuevo ante 'Jonfer'. Tinín Rodríguez protestó, pero la pelea continuó, aunque fuera durante menos de un minuto más.
La suerte estaba más que echada. Rápido de manos y ya oliendo el desenlace inevitable a su favor, el vizcaíno metió otra marcha, magulló más a su rival y el árbitro se percató del mal aspecto del ojo derecho de Arévalo, camino de cerrarse con la unión de párpado y pómulo. Requirió la presencia del médico de la velada y autorizó a que el combate siguiera por el momento un asalto más. Pero el castigo se mantuvo y ante esa tesitura no había razón para prolongar el daño. Combate definitivamente detenido y victoria de 'Jonfer' por k.o. técnico en el tercer asalto.
La velada de Ponferrada tuvo otra buena noticia para el boxeo vizcaíno con la segunda victoria en otras tantas peleas como profesional de Jhon Jader. El superwelter bilbaíno, tras su reciente y exitoso debut en el boxeo de pago en Ordizia con k.o. en el segundo asalto ante Altamirano, se medía al nicaragüense afincado en Girona Maikol Aguilar, con más de 70 peleas a sus espaldas (11-60-1). Intercambio de golpes de salida, encajando ambos boxeadores hasta que Jader fue imponiendo su contundencia. Estuvo a punto de tumbar pronto al americano, pero se quedó a los tres minutos sin el recurso de su mano derecha.
Se lesionó los nudillos y el dolor le restó la potencia necesaria para buscar una victoria antes del límite. Tuvo entonces que litigar de otro modo, buscando el punteo, manos claras a ojos de los jueces aunque la pólvora estuviera húmeda. Lo hizo bien, reaccionando sin ansia a su merma en la herramienta de trabajo. Se hizo con los cuatro rounds en las puntuaciones y ganó con claridad y justicia a los puntos, con una mano derecha muy inflamada a la espera de la visita al traumatólogo.
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