Euskadi tendrá selección propia en un Europeo de pádel tras la renuncia de España

Para entender la situación hay que hacer un poco de historia. Euskadi ha sido pionera en la expansión del pádel en el continente a través de la figura del empresario Julio Alegría, que conoció la práctica de este deporte en Marbella y lo introdujo en el País Vasco. La Federación Vizcaína fue la primera en fundarse y a través del propio Alegría ayudó a constituir la Federación Internacional (FIP) y, después, la Española (FEP). Años más tarde, desde esta comunidad autónoma se propició el nacimiento de la Europea (FEPA).

El conflicto se ha registrado en el último año, cuando la Federación Española decidió abandonar la Europea para ir de la mano solo de la Internacional. Euskadi se opuso, pero su posición quedó en minoría. Según explica su presidente, Jorge Peñín, los dirigentes vascos pidieron permiso a la Española para continuar en la FEPA y desde Madrid se lo concedieron. Como 'premio', la Europea ha otorgado al País Vasco la organización de este campeonato y le permitirá competir con el mismo rango que el resto de selecciones. La Federación Internacional, por su parte, organizó, de la mano de la Española, su propio Campeonato Europeo en junio en la ciudad de Marbella. Ahí sí estuvo representado el combinado nacional.

«Queremos huir de cualquier connotación identitaria. Esto no es un tema de Euskadi contra España. Nosotros seguimos como federación dentro de la Española. Consideramos que ha sido un error que ellos se hayan salido de la Europea. Nosotros votamos en contra. Ahora hemos aprovechado la oportunidad de organizar un campeonato por lo que significa de promoción para nuestros jugadores y por traer al País Vasco a tanta gente de todo el continente», explica Jorge Peñín. La Federación Vasca confía en que, con el tiempo, la Española regrese a la FEPA. «Es como si en el fútbol te salieras de la UEFA para estar solo con la FIFA», insisten.

En todo caso, los dirigentes de Euskadi no descartan que si la Federación cambia de criterio y retorna a la Europea, el País Vasco mantenga su actual estatus y, como en el fútbol y el rugby, pueda competir «de la misma manera que lo hacen Escocia, Gales e Inglaterra en Eurocopas y Mundiales». «Nadie discute la participación de esas selecciones porque se premia el carácter pionero de cada una. Es algo parecido al papel de Euskadi en el desarrollo del pádel», recalca Peñín.

La celebración del Europeo servirá, en todo caso, de promoción para Euskadi. Porque los seis días de partidos supondrán la presencia en Bizkaia de alrededor de 500 deportistas, dirigentes de las selecciones participantes y medios de comunicación de algunos de esos países. El cálculo que hacen los organizadores es que la llegada de visitantes supondrá «unas 2.800 noches de alojamiento, 800 vuelos y no menos de 5.600 comidas y cenas». Un impulso para el sector hostelero, golpeado por los efectos de la pandemia. De hecho, se aprovecharán los momentos libres de partidos para organizar visitas a monumentos y zonas de interés turístico, así como la promoción de la gastromonía.

El torneo tendrá las semifinales y final en el Frontón Bizkaia, pero las fases previas se repartirán por siete clubes vizcaínos. Se trata de Laukariz, Padeland (Amorebieta), Pádel Toki (Ortuella), PIC (Barakaldo), Pádel & Gol (Santurtzi), Jolaseta (Getxo) y Pádel Derio. La organización cuenta con el respaldo del Gobierno vasco, que colaborará en la financiación y que pretende utilizar esta cita para la promoción de Euskadi en un contexto de crisis económica por los efectos de la pandemia.