Decenas de aficionados que sufrieron congelaciones durante un partido de la NFL se someterán a amputaciones

Lo que en su día parecía una divertida anécdota de un hincha a pecho descubierto, con bigote congelado y bailes de Taylor Swift incluidos en la disputa de un partido de la NFL a más de veinte grados bajo cero, es hoy una triste noticia. Nos remontamos al sábado 13 de enero. El lugar: Arrowhead Stadium, la casa de los a la postre campeones de la Super Bowl, los Kansas City Chiefs. El gélido día que se vivió en el corazón de Estados Unidos dio la vuelta al mundo y obligó a pasar por los servicios médicos a decenas de aficionados que sufrieron congelaciones. Casi dos meses después, la mayoría de ellos deberán someterse a amputaciones tras no superar sus respectivos tratamientos.

Aquel Kansas - Miami Dolphins (26-7) pasó a la historia como el cuarto partido con más frío de todos los tiempos en la NFL, competición que no cuenta con un protocolo para suspender encuentros por bajas temperaturas. A Andy Reid, el entrenador de los Chiefs, se le congeló el bigote. Y Patrick Mahomes, la estrella del equipo y de la competición, vio como su casco se partió tras un golpe.

El departamento de Bomberos de Kansas confirmó que decenas de aficionados tuvieron que ser atendidos por una severa hipotermia que afectó a sus extremidades. Ahora, el prestigioso Grossman Burn Center, unidad especializada en la reconstrucción de rostros afectados por quemaduras, ha confirmado que al menos el 70% de los pacientes afectados deberán someterse a amputaciones. Así, el 30% restante podrá acogerse a un tratamiento de oxigenación en una cámara hiberbárica.

El choque se inició a las 19 horas con una temperatura de menos 10 grados, pero según fue avanzando el reloj se fue desplomando el mercurio de manera considerable, llegando hasta los menos 20, pero con una sensación térmica que llegó a alcanzar los 33 bajo cero en algunos momentos.

Fue un partido que más allá del resultado (26-7) dejó numerosas estampas curiosas. Algunos jugadores locales desafiaron al frío en manga corta. En las gradas, donde se veía a los aficionados pertrechados de varias capas de ropa, con bufandas y hasta con gafas de esquiar, se pudo ver a un seguidor en guantes y sin camiseta, soltando numeroso vaho por su boca, mientras no dejaba de animar a su equipo, levantando enérgicamente los brazos.

Para aguantar el tipo en la grada, con esas bajísimas temperaturas, hacía falta movimiento. Mucho. Eso lo dejó claro la cantante estadounidense Taylor Swift, que no dudó en marcarse varios bailes. La artista quiso animar a su pareja, Travis Kelce, jugador de Kansas City, y junto a la madre de éste, Donna Kelce, se dejó llevar por la euforia. Fue captada en varios vídeos desatada, con un gorro de lana y con un gran abrigo acolchado con los colores de los Chiefs y el número 87 de su chico.

Fue tal el frío que se vivió en el Arrowhead Stadium que el ambiente llegó a superar las temperaturas de los refrigeradores. Esto hizo que se vieran botellas que, una vez sacadas de las neveras, su líquido se congelaban en el exterior en apenas unos segundos. Pese a todo ello, el encuentro gozó de un gran ambiente en las gradas. «Sabíamos que iba a hacer mucho frío, pero teníamos que salir mentalizados, con ese fuego, y ver qué pasaba», declaró después Mahomes.

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