David Popovici se convierte en una realidad en Budapest

«Mi momento cumbre en la natación es haber terminado cuarto en los 200 metros libres en los Juegos Olímpicos y haber podido hacer que todos los que me veían en casa -y también todo mi país- se alegraran por y conmigo», declaró Popovici después de plantarse con 17 años en la final de Tokio y pelear con los más grandes de la distancia. Ahora, un año después, el más grande ya es este talento rumano que ha preferido seguir entrenando en Bucarest a las órdenes de Adrian Radulescu, rechazando ofertas de universidades estadounidenses después de los Juegos.

Mientras tanto, Katie Ledecky sigue a lo suyo. A sumar medallas de oro. Ayer se colgó la segunda. Después de ganar los 400 metros la estadounidense borró de la piscina a sus rivales del 1.500. Dieciocho de las veinte mejores marcas de la historia son un claro indicativo de su dominio en la larga distancia. Con un 15.30.15, Ledecky volvió a protagonizar una prueba en solitario para conquistar su decimoséptimo oro en un Campeonato del Mundo. Le queda por disputar el 800 para intentar conseguir el triplete en el fondo individual, una tarea para la que será grandísima favorita después de alejar a su compatriota Katie Grimes en 14 segundos y a Lani Pallister en 18.

Por lo que respecta a la natación española, Emma García y Pau Ribes no alcanzaron su objetivo de remontar la ventaja que les habían sacado la pareja china de los hermanos Wang y ocuparon la cuarta plaza en la final de la rutina técnica del duo mixto.