Rugby

Crece la familia del Gaztedi: ocho equipos federados y ambición por estar «en la fase de ascenso»

El equipo de rugby vitoriano afronta una reestructuración importante. Creará diferentes departamentos, financieros, deportivos, de merchandising, de eventos y comunicación, y ampliará el número de responsables. Todo parece indicar que cabalga hacia una cierta profesionalización que todavía en la entidad consideran utópica. «Sería lo ideal, pero es imposible. Es todo voluntariado. Ya nos las vemos y deseamos para cuadrar los gastos», advierte Corres.

En el Gaztedi, solo los jugadores llegados de fuera cobran un sueldo. «Y mucho menos que los de Baskonia, Alavés o Araski», aseguran con agudeza. «Son mejores y nos enseñan a todos a competir mejor», aseguran tanto los directivos como el entrenador. Los sudafricanos Lohan Potgieter y Winrey Stoffels, grandullones e hipermusculados, son dos ellos. Ambos afrontan su quinta temporada en Vitoria y explican el por qué no buscan otro destino más lucrativo. «Nos tratan como personas y no jugadores. Y lo bueno es que vemos crecimiento del club. Tanto el club como nosotros tenemos un buen futuro», asegura el primero, que ejerce de portavoz antes las dificultades con el castellano del segundo. «Menos mal que juega mejor que habla», aseguran.

Potgieter llegó procedente del Aparejadores de Burgos, que en 2019 militaba en División de Honor B, como el primer equipo del Gaztedi, y el pasado fin de semana se proclamó campeón de la Supercopa de España. El tercera línea ve similitudes entre ambos clubes. «Incluso nosotros estamos ahora mejor que ellos en aquel entonces. Estamos mejorando mucho más rápido y hay mucho potencial. En cuatro años creo que podemos estar en División de Honor si es lo que el club quiere», ambiciona.

El entrenador del primer equipo continúa siendo Miguel Beltrán de Otálora. El técnico, que será también el responsable deportivo del filial, también atisba la evolución de su plantilla. «Este año tenemos doce chavales del sub-18. Otros años solíamos tener ahí una criba, no daban el paso, pero ahora incluso ha vuelto alguno que nos dejó», celebra el vitoriano. «Casi nos atrevemos a sacar un sub-23», revelan. Aunque finalmente optaron por crecer de forma paulatina.

Beltrán de Otalara marca dos objetivos claros para los equipos femeninos. «El filial, que compite en la segunda liga vasca, el objetivo es subir a Primera, y el División de Honor B, pretendemos mantener la categoría y estar en la fase de ascenso». «A probarnos», apostilla consciente de que todavía tiene piezas por encajar. «Andamos esperando algún refuerzo más estas semanas, pero con 61 jugadores, estamos lo suficientemente armados para cumplir los objetivos».

El pasado fin de semana debería haber debutado el primer equipo pero optaron por aplazar el encuentro debido a «un retraso en la tramitación de licencias». Su estreno será este sábado en Gamarra (16:30 horas) ante el Oviedo. Forma parte del Grupo A con un total de once participantes que se medirán en una única vuelta. Al término de las once primeras jornadas, los tres primeros clasificados jugarán una fase de ascenso contra los mejores de los otros dos grupos. El resto, se medirán en una segunda fase con el objetivo de evitar el último puesto, que conlleva el descenso. El Zarautz, el Gernika y el Getxo se atisban como los principales rivales a batir.

El conjunto femenino también arranca este fin de semana con ilusiones renovadas. Esta temporada contarán con dos equipos federados, un hito a nivel de Euskadi. «Ningún club en Álava ni en el País Vasco había sacado dos equipos dentro de la misma estructura sin haberse fusionado con nadie», asegura el flamante presidente Corres.

Las jugadoras Ostebi Acebo y Alazne Usaola agradecen el esfuerzo. «El poder decir chicas, nadie se va a quedar sin jugar, está muy bien», celebran las cabezas visibles del proyecto, que esperan servir de ejemplo a las jóvenes como para ellas lo fueron Aitziber Porras y Nerea Otxoa de Aspuru, campeonas de Europa. «Cuando jugamos fuera, siempre nos reconocen por ello. Así que queremos tratar de volver a lograr aquella trascendencia».

En total, el Gaztedi presume de contar con ocho equipos federados, una escuela hasta los 14 años y la academia de sub-16 y sub-18, con dos equipos mixtos formados íntegramente por alaveses y alavesas. En total, 150 adolescentes, que se suman al equipo de veteranos, al de madres y al inclusivo, con personas con discapacidad, que compite en Liga Vasca. Por ello y por el trabajo de inclusión social que la entidad desarrolla en el centro penitenciario de Zaballa, el club recibirá el próximo viernes 6 de octubre el Premio Cisne, otorgado por la Fundación Rugby Cisneros, en el Museo del Traje de Madrid.