«Soy consciente de que me juego la vida cuando voy a por olas grandes»

«Detrás de todo esto hay una preparación brutal, pero soy consciente de que me juego la vida la mayoría de veces», reconoció ayer el raider vizcaíno ante un abarrotado auditorio de la universidad de Deusto en la que ofreció una masterclass sobre sus experiencias, métodos de preparación, vivencias y objetivos. En una intervención muy cercana y desbordante de naturalidad, González reconoció estar atravesando «por un momento duro al no poder hacer lo que más me gusta y no estar preparado para superar mis límites» debido a esas lesiones.

Sin embargo, espera volver más pronto que tarde. Se ha marcado un plan de trabajo a ocho meses vista que le permita regresar en plenas condiciones. «Mi carrera ha estado llena de obstáculos y este es un bache más que voy a superar. Cuando quiero una cosa no paro hasta conseguirla», lanzó ante los asistentes. Con 7 años, y pese a la oposición de sus padres que «consideraban este deporte demasiado peligroso», Nacho González destinó todos sus ahorros a comprarse su primera tabla de surf. Después empezó a curtirse en competiciones regionales antes de dar el salto a pruebas del circuito Pro Junior y Qualifying Series. Pero, donde realmente encontró su sitio fue rodeado de olas grandes, aunque «después de un susto bastante serio, estuve muy cerca de dejarlo», reconoció

Fue en Nazaré, Portugal, una de las mecas de los amantes de esta modalidad. «Allí encontré la mejor ola de mi vida y también estuve cerca de quedarme inconsciente en el agua», rememoró. «Estábamos un grupo de cinco con dos motos de agua y me cayeron encima varias olas gigantes una tras otra hasta que consiguieron sacarme», detalló sobre aquel incidente. «Recuerdo como luchaba por mantenerme consciente y que me agarré a duras penas a la moto. Estuve día y medio en shock y un tiempo sin querer surfear. Le dije a mi madre que lo dejaba, pero poco a poco me fui enganchando otra vez porque es mi pasión», explicó.

El plentzitarra no tuvo reparos en reconocer ante los numerosos estudiantes que asistieron al acto que en ocasiones «siento miedo» en el agua. «He ido a sitios en los que me he preguntado ¿qué hago aquí? Pero si tienes un sueño que cumplir hay que ir a muerte a por él. Tengo la suerte de decir que mi trabajo es mi gran pasión y vivo de ello», enfatizó.

La suspensión de Tour de Olas Grandes debido a la pandemia modificó su plan de vida y la forma de hacer las cosas. «Antes me centraba en una época concreta en función del calendario de pruebas y hacía preparación física cuatro meses al año», detalló. Después, el raider plentzitarra ha pasado a vivir «con la maleta a medio hacer para poder salir corriendo en cualquier momento» y la mirada puesta diariamente en las previsiones de borracas en los distintos rincones del mundo en los que poder encontrar montañas de agua que surfear. Es su vida, su trabajo, su pasión.