«Si los clubes se basaran en el desarrollo de sus canteras, el rugby español crecería más»

Volverá en agosto, mes en el que cumple 65 años. A pesar de haber recibido ofertas de otros clubes, seguirá de momento otra temporada más con el club de El Fango. «Estoy feliz aquí. Cuando en mayo de 2021 me contrataron era para solo una temporada. Pero se me hace muy duro el tema familiar. Hay días que es difícil. Aunque no dudé en quedarme, como mínimo, otro año más. Luego, depende de cómo venga la vida. Si tuviera a mi familia acá quizás no me iría. Pero está allá. Mi nieta Emma me dice, ¿cuánto falta para que vuelvas? Me llama todos los días».

-¿Qué le ha llevado a seguir en Bilbao?

- Durante todo este tiempo ha habido coherencia entre lo dicho y lo hecho por parte de la gente que me contrató. Nunca pidieron resultados, solo el trabajo con los chavales que subían. El único objetivo era mantener la categoría (División de Honor B) y crecer. Y se ha cumplido en estos dos años. Todo, tanto por parte de la directiva como de los jugadores, los responsables del logro. Luego, por el buen ambiente con el que hemos trabajado con la plantilla. Con los chicos y con el resto de los entrenadores que, en los momentos malos, creyeron en sacarlo a flote. Me siento cómodo con todo el grupo humano del club. Y vivir en Bilbao, además, es un plus. Me tiene fascinado esta ciudad.

-Ha tenido que hacer una labor también de psicólogo.

- Desde el punto de vista de los jugadores, cuando llegué hace un par de años, había algunos descreídos de ellos mismos. No se sentían buenos jugadores. Y aquí lo que importa no son los fichajes. Así que tratamos de mejorar la autoestima. Que creyeran en ellos, porque este deporte es sencillo: saber correr hacia adelante, pasar bien el balón y cuando no lo tenemos placar. El resultado viene solo. Este es un club con buenas intenciones, pero faltaban cuestiones estructurales y tiene sus limitaciones presupuestarias. Estamos cada día en el camino de mejorar la preparación física. Ahora trabajamos con emen4sport. El club usa los recursos para el desarrollo de los chicos de la cantera. Las cosas simples hay que hacerlas bien.

- ¿Como por ejemplo?

- Una de las cosas que hemos mejorado es la parte cultural del club. Si los entrenos empiezan a las ocho, son a las ocho, y no a las ocho y diez. Y si terminan a las nueve y media, no es a las diez. No faltamos al respeto. Hay que ser respetuoso con el tiempo que dedican al rugby. Tampoco se lo puedo 'robar' a los entrenadores. El único rentado soy yo, es cuestión de respeto.

-¿Se pone nervioso cuando ha habido una racha negativa de resultados?

- Nunca. ¡Eh! Cuando vine acá, por ejemplo, empezamos ganando bien (17-47 al Gaztedi) y creció la expectativa. Luego vino la realidad contra el Independiente, que nos hizo 60 puntos (12-66). No me puso nervioso. Queríamos que los chicos mejoraran el juego. Sabíamos que había fortaleza en la melé, pero debilidades en lo demás en esas cosas simples, como eso de lo que hablaba antes de correr con el balón y pasarlo bien. Hacemos entrenos de media hora de pase de pelota. Seguimos teniendo 'falencias' (errores) en esa área del juego. Hemos tenido partidos muy buenos, aunque el resultado no fuera el esperado, y partidos no tan buenos en los cuales hemos ganado. Tenemos que seguir pensando en que hay que mejorar y cada día ser mejor. Ese es el objetivo prioritario en el juego. El poder del nosotros trasciende más que el poder del yo.

-¿Y esta temporada? Ha sido complicado ver entre los mejores al 'Uni'.

- Hemos cumplido el objetivo que nos habíamos planteado. Pretendíamos dar un salto de calidad en el juego y ahí estamos en deuda. Voy a estudiar qué tecla hemos apretado mal. Nuestro objetivo real es la permanencia conseguida y el proceso de enseñanza de los jóvenes, para que algún día lleguen al primer equipo formados. Es muy difícil estar de la mitad para arriba. En el grupo estaban Getxo, Hernani, Independiente, Oviedo y un tapado como Zarautz que ha dado un salto de calidad y me alegro mucho... Esos cinco equipos han sido mejores que nosotros. Si no hubiera fichajes en algunos clubes estaríamos más arriba. Nosotros no podemos tener más de tres fichajes. Así de simple.

-¿Qué le pareció, al hilo de los fichajes, el escándalo de la selección de España?

- Uffff… (resopla y piensa unos segundos). Obviamente acá se quitaron responsabilidades. La Federación, el Alcobendas…. ¿Cuántos clubes que tienen jugadores así pueden estar tranquilos de haber hecho algo al límite de la regla? El 'caso Alcobendas' fue como un reflejo de lo que pasa en otros clubes. Va a haber un replanteamiento serio con las famosas 'efes' -jugadores de formación-. Tengo un gran amigo que dice que no entiende por qué los clubes contratan a tantos jugadores de fuera. Cuando vos basas tu desarrollo en eso, el proceso no está llamado al éxito. Cuando estos fichajes se vayan hay que ver lo que queda.

- El 'Uni' se fija en su cantera.

- Si los clubes se basaran en el desarrollo de sus canteras -como el 'Uni'- el rugby español crecería más. Desde el punto de vista de la Federación es parecido. ¿Qué grado de representatividad tiene un seleccionado en el que la mayoría de los jugadores no son nacidos en el estado español? Es muy complejo este tema. Hay muchas culpas compartidas. Todos, en algún punto, tienen algo de culpa. Tuve la suerte de estar en dos clubes que sé que no han hecho trampa, el VRAC Valladolid y el 'Uni' Bilbao. ¡Hay tantas cosas mal administradas! Sé que El Salvador tampoco lo ha hecho. Y creo que hay algunos clubes que se hacen los distraídos. El deporte no es bueno ni malo, sino que es el contexto el que determina su sentido, . El daño que se ha hecho al rugby español es brutal.

- Ustedes seguirán con su apuesta.

- Tenemos el programa 'Balioen Harrobia'. Lo trasladamos a centros educativos. Visitamos estos centros y les damos dos clases de rugby a cada grupo. Dentro de ellas hablamos del espíritu de este deporte. Se les enseña e invita a participar de entrenamientos en El Fango. Junto con la Universidad de Deusto, la BBK y el Ayuntamiento hacemos talleres sobre lo que significa el compromiso, la solidaridad o la inclusión. Queremos que conozcan otro deporte que no sea el fútbol.

- Están muy orgullosos de la cantidad de chavales que van a El Fango.

- Dentro del lindo trabajo del Club es que usamos unos 80 jugadores cada temporada entre los tres equipos senior masculinos y unas 30 del senior femenino, de los cuales una treintena son de División de Honor. En Ligas Vascas vamos con bastantes jugadores a todos los partidos, con una gran rotación. Algunos no habían jugado al rugby, era la primera vez en su vida. Eso para nosotros fue la hostia. Es el máximo logro que hemos tenido. También fomentamos el rugby femenino con un buen trabajo entre las chicas y el cuerpo técnico. Y además están también las Lamiak y el equipo inclusivo, que supone una labor maravillosa. Tenemos una buena cantera y cantidad de chavales hasta la sub-18, en la que este año hemos tenido algún problema de cantidad. Si sigue esta tendencia de los sub-14 y sub-16, ese problema está solucionado. Ahora van a subir siete u ocho jugadores al equipo senior, el único que tiene la presión del resultado. Es importante la tarea que llevan todos los entrenadores del club, no importa la categoría. Lo que se hace con un jugador a los 8 años termina repercutiendo en el equipo senior.