¡¡¡Bai, bai, bai, Urdaibai!!!

Comprensible, por tanto, el delirio de los seguidores bermeotarras que abarrotaron el rompeolas de la villa marinera al grito de «¡¡¡Bai, bai, bai, Urdaibai!!!». Los fronterizos se encuentran ahora a trece puntos de los 'txos' a falta de la última jornada de esta mañana (11.15 horas) en aguas de Portugalete con la Bandera El Corte Inglés en juego y ven cómo una irreductible Zierbena –se ha situado a sólo un punto– también pone en cuestión su segunda plaza en la competición de la regularidad.

Las condiciones de la mar –estaba como un plato– y la ausencia de viento ya dejaban entrever por qué derroteros podía ir la regata. Máxima exigencia física y mental. Y los hombres que dirige Iker Zabala han demostrado durante todo el verano que van sobrados de ambos y guardan ese as en la manga. Se repitió la historia.

Cuando salieron a escena los 'capos' de la competición la marea había comenzado ya a bajar y tanto Donostiarra como Zierbena, por las balizas uno y dos, tenían cierta ventaja en el primer tramo. La 'Torrekua', consciente de ello, salió a romper desde la txanpa inicial. Como si no hubiera un mañana. Los 'txos', que conocen el campo de regateo bermeotarra como la palma de la mano, ni se inmutaron. Aguantaron el órdago con temple por la calle tres, sabedores de que había que madurar la serie a fuego lento para tratar de romper cuando llegase el momento adecuado. La seguridad de que su segunda mitad de regata es demoledora insuflaba aire extra en sus pulmones para pegarse como una lapa a Donostiarra, mientras que Hondarribia por la calle cuatro perdía comba prácticamente desde que el semáforo se puso en verde y los 'galipos' aguantaban el tipo.

En la ciaboga inaugural Donostiarra y Urdaibai calcaron registro (4.33) y la igualdad continuó a la vuelta. Los patroneados por Arkaitz Díaz se sentían con fuerzas para dar la campanada y los 'txos', viendo que la 'Ama Guadalupekoa' flaqueaba, se aferraron al sueño de romper su maleficio en la ikurriña de casa y brindar también por el título con su afición si se daban las circunstancias.

El segundo sector fue un calco del anterior. Acción-reacción. A la serie de los hombres de Igor Makazaga respondían los azulones con presteza y ambos botes se alternaron en la proa de la prueba. La renta a favor de uno u otro, eso sí, en ningún momento superó el segundo. A mitad de recorrido, ambos contendientes volvieron a marcar idéntico crono (9.35). Zierbena, fiel a su carácter combativo, tampoco se desenganchaba de la cabeza. Fortaleza mental en pos de la segunda plaza liguera.

Todo hacía pensar que la regata se iba a romper en el tercer largo, que es cuando empiezan a pesar los brazos y las fuerzas flaquean, pero ni por esas. Tras completar tres cuartas partes del recorrido, ambos protagonistas volvían a marcar el mismo registro (14.31) en la última maniobra y las espadas seguían en todo lo alto. Zierbena, por su parte, sí que perdía algo de fuelle y encaraba la recta final a cinco segundos de la dupla cabecera.

Y lo que parecía imposible llegó en el minuto posterior al giro final. Entre que Donostiarra comenzó a pagar el esfuerzo realizado y que la 'Bou Bizkaia' metió una marcha más aprovechando el potencial de su motor, la regata terminó por decantarse del lado de los anfitriones. En un visto y no visto los patroenados por Gorka Aranberri distanciaron en un bote a la 'Torrekua II' para cruzar finalmente la llegada con poco más de cinco segundos y enceder la mecha de la traca final de los Andramaris.

En la tanda inaugural, Orio no tuvo oposición para alzarse con el triunfo parcial, un resultado que le permitió acabar cuarto por delante de una Hondarribia que parece no haberse recuperado del mazazo de La Concha.