El Ironman atrae a Vitoria a más de 2.500 triatletas de 80 países

Atrás quedan dos años difíciles en el que se tuvo que cancelar la carrera de 2020 y aplazar a septiembre y rediseñar en 2021 bajo un estricto protocolo covid que le obligó a mudarse a los humedales de Salburua. Ahora los esfuerzos se centran en recuperar la afluencia de público para «seguir creciendo». «En otros lugares no se adentran en el corazón mismo de la ciudad como aquí, un ambiente que valora mucho la gente que viene de fuera», asegura el director de la prueba, Eduardo Martínez, durante el acto de presentación celebrado ayer en el Palacio Montehermoso.

Se trata del evento anual de Vitoria con más carácter internacional. El 80% de los participantes son extranjeros procedentes de más de 80 países. «Un grupo de doscientos israelíes, casi cien americanos... un referente mundial», expresó desde el atril Agustí Pérez, el director general de The IRONMAN Group en Andorra, España, Italia y Portugal. Una prueba no acta para cualquier deportista que requiere de una fuerte preparación, lo que empuja a los participantes a dar la vuelta a todo el globo terráqueo para seguir lo que consideran una forma de vida.

Los deportistas escucharán el pistoletazo de salida a las 8 de la mañana en el embalse de Ullíbarri-Gamboa, donde nadarán una distancia de 3,8 kilómetros, el sector cancelado por la niebla el año pasado. «Esperemos que haga buen tiempo. La natación es uno de los atractivos por el agua trasparente del pantano y el entorno idílico de las montañas», subraya Martínez.

En la orilla les esperan sus bicicletas y accesorios para recorrer 180 kilómetros por la Llanada Alavesa con casi mil metros de desnivel acumulado. Será «un circuito muy rápido» de dos vueltas completas bordeando el pantano y llegando hasta Arriola y Agurain y una tercera acortando por Maturana hasta dejar los pedales en la calle Postas y adentrarse en la plaza de España a la carrera.

Desde allí, los atletas completarán 42,195 kilómetros por el corazón de Vitoria, «la joya de la corona» para el dirigente local. Cuatro vueltas por un recorrido que atravesará el parque de La Florida, El Prado y la zona del campus universitario que volverá a dejar imágenes espectaculares como la del vitoriano Eneko Llanos, ganador en 2019. En esta ocasión, el triatleta olímpico alavés no será de la partida en una salida de la que estarán presentes 40 profesionales de la disciplina.

Otro de los atractivos de la cita serán los 45 pasaportes que se repartirán entre los primeros deportistas de cada categoría que darán derecho a participar en el campeonato del mundo de Ironman en Hawái y que alguno de los cuales recaerá sobre atletas populares. Los primeros en concluir el recorrido tratarán de bajar de las ocho horas, mientras que los más rezagados tendrán un total de 17 horas (hasta las 00.00) para cruzar una línea de meta en la que esperarán los familiares que acompañen a los participantes en sus viajes.

La organización, formada por un total de 1.300 personas, cifra en torno a 20.000 pernoctaciones en la ciudad desde el viernes en que empiezan a llegar los deportistas hasta que el lunes, tras la entrega de trofeos que se llevará a cabo en el Palacio Europa, emprendan el camino de vuelta a su residencia habitual. Un fuerte impacto económico y «un orgullo para la ciudad que quiere recuperar su vida deportiva de primer nivel», apuntó el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, en la misma línea que el diputado general de Álava, Ramiro González. «El Ironman, la Vuelta y el Tour de Francia son un escaparate inmejorable para el territorio».

Eduardo Martínez se acordó de los inicios en Gamarra hace 15 años. «Aquello fue el germen de que en 2012 se cumpliera el hito de ser Green Capital y sede del campeonato del Mundo». Por ello, habrá novedades en materia de «sostenibilidad». «Evitaremos la producción de toneladas de plástico al sustituir los botellines de agua por vasos reutilizables», anunció el dirigente, que anima a los alaveses a agolparse en las calles. «Hay que demostrar que no somos fríos, que somos gente muy caliente».