'Maravilla' Martínez le echa la caña a Kerman Lejarraga

A nivel doméstico -está afincado en España gran parte del año- ve al 'Revólver' de Morga como coprotagonista de un cartel que rezumaría morbo, interés y dinero. De salir victorioso o indemne seguiría insistiendo en su gran reto de reverdecer uno de los combates más seguidos, analizados y celebrados de lo que llevamos de siglo, cuando ganó a los puntos en Las Vegas a Julio César Chávez jr. «Nos vendría bien a los dos. A él le puede ayudar a superar sus problemas, sus adicciones. El boxeo tiene una nobleza maravillosa», comentó en una entrevista con Tomás Aguirre.

En el transcurso de esa charla habló sin tapujos del posible combate con Lejarraga. El argentino, a través de su marca Maravillabox, protege los derechos en Europa de varios púgiles con los que tiene contrato Lou DiBella y ha sido uno de los grandes mentores del vizcaíno Jon Fernández. Curiosamente también mantiene una relación contractual dicho promotor estadounidense con Kerman Lejarraga, con un vínculo que le llevó a debutar en Estados Unidos y que aún hoy se mantiene en vigor.

«Es un combate que me haría ilusión. Sería un duelo de estilos muy diferenciados. Me gustaría mucho, me llama la atención e incluso a veces le doy más vueltas de lo que te puedas imaginar. Kerman es muy fuerte y además viene peleando. Hace seis años que yo no peleo, quizá debería tener un combate antes para tener contacto con la lona, las cuerdas, el ring. Con Kerman será entre diciembre y enero, yo tendré ya casi 46 años, soy consciente de eso», se atreve incluso a proponer una fecha Sergio Martínez. «No me parece descabellado. Donde sea, en Madrid o en Bilbao, puede haber público; en España puede haber mucha gente».

Combina 'Maravilla' humildad y genética para exigir respeto ante esta posibilidad de regresar al boxeo en activo. «Soy consciente de que hace mucho que no peleo, que no soy campeón mundial, que mi último combate lo perdí. También de que el que tuvo retuvo y que tengo unos buenos precedentes. Estoy seguro de que si nos sentamos nos vamos a poner de acuerdo», dice el peleador de Quilmes que dejó el boxeo en junio de 2014, con una rodilla reventada y derrotado por Cotto para cerrar su marca en 51-3-2.

Dejaba atrás doce cinturones planetarios entre el superwelter y el medio y una carrera profesional que arrancó en diciembre de 1997 en Ituzaingó (Buenos Aires), que tuvo uno de sus puntos estelares al reunir a 40.000 aficionados en el estadio José Amalfitani del Vélez Sarsfield en su penúltima pelea contra el invicto Martin Murray.

¿Y la otra parte contratante? Se deja querer. MGZ, promotora que arropa a Lejarraga, está abierta a negociar ese combate, si bien su prioridad pasa por recuperar tras el verano el Euskal Herria-Inglaterra, con Gago y Kerman, y el Nacional welter de Jon Míguez.