![Una vida dedicada al sueño paralímpico](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202108/22/media/cortadas/paralimpicos-sastre-kaaC-U150304479668doE-1248x770@El%20Correo.jpg)
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Fue una sensación espectacular. Nunca había sentido algo así. Una alegría infinita. Me puse a llorar de felicidad, fue la culminación de algo por lo que llevaba mucho años luchando». Iker Sastre logró en 2020 su clasificación para los Juegos Paralímpicos, un sueño que se ... hizo realidad al cerrarse el año pasado las listas para la cita de Tokio, después aplazada, y encontrarse entre los palistas con billete asegurado. Culminaba así una trayectoria en el tenis de mesa que le hizo crecer hasta luchar por los Juegos, una competición que descubrirá con 44 años y una vida dedicada al deporte.
Aunque la especialidad de Iker no era el tenis de mesa. Su pasión era el surf. Siempre que podía, este bilbaíno agarraba su tabla y se iba a coger olas, lo mismo que aquel día de 2000 cuando cambió su vida. Sastre acababa de lograr la licenciatura en fisioterapia, en la Universidad de Barcelona, y había encontrado trabajo en Bilbao. «Estaba surfeando en Sopelana y una ola bastante grande me lanzó hasta el fondo». Iker no se protegió de manera adecuada y golpeó de cabeza contra el arenal. No perdió el conocimiento, pero sí la movilidad, así que tuvo que pelear media hora para lograr alcanzar la orilla. En Cruces le confirmaron la rotura de una vértebra y tuvo que replantearse su futuro tras un año de recuperación. Fiel a su carácter, no se vino abajo y fue probando nuevas cosas, tanto en su día a día como en el deporte, lo que le llevó a volver a surfear tumbado, probar el baloncesto en silla de ruedas, el esquí, el parapente y el tenis de mesa, que fue la disciplina que le enganchó. «Montaron una escuela en Bilbao y me divertí tanto que ya no me he separado de la pala», afirma.
Energía y convicción son los calificativos que definen al bilbaíno Iker Sastre (44 años), que se inició en el tenis de mesa tras el grave accidente de surf que sufrió en 2000.
En 2007 debutó a nivel internacional en Irlanda, donde su falta de experiencia se dejó notar. Ahí se dio cuenta que había que invertir más horas y esfuerzo si quería hacer del tenis de mesa su modo de vida. Así empezaron a llegar los primeros éxitos, aunque todavía tuvo que seguir mejorando en su juego para poder soñar con estar en unos Paralímpicos. «Cuando cerraron las listas en abril de 2020 estaba entre los mejores», es decir, clasificado para los Juegos de Tokio.
Sastre está en el puesto once del ránking de clase dos, pero asegura que, salvo un par de palistas, los demás están igualados y con opciones de pelear por las medallas.
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