La ceremonia inaugural de los Juegos está a punto de comenzar. Y con ello, el periplo de la antorcha olímpica. Como siempre, la gran incógnita es quién será el último relevista, la última persona que porte la llama antes de encender el pebetero. Se habla de Zinedine Zidane, por ejemplo, y también de la atleta Marie-José Perec.
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Antes, sin embargo, ha habido otras personas que han transportado este elemento icónico de todos los Juegos. Snoop Dogg, que ha protagonizado el relevo más viral de la antorcha... Y Pau Gasol, el exjugador de baloncesto español, una leyenda.
El catalán, de 44 años, y miembro del COI ha sido el encargado de acceder a la Villa Olímpica, la casa de todos los atletas, con la llama. «Ha sido una experiencia inolvidable», ha confesado el campeón del mundo en Japón en 2006, el tres veces ganador del Eurobasket y un jugador que ha ganados sendas platas en los Juegos (Pekín y Londres).
El dos veces campeón de la NBA con Los Angeles Lakers ha elevado la llama al cielo de París, entre los aplausos de todas las personas que le rodeaban. Antes había compartido en sus redes sociales el momento mágico en el que Antonio Rebollo encendió con su arco y su flecha el pebetero de los Juegos de Barcelona. Casualidades, entonces, otra leyenda del baloncesto español, Epi, le entregó el fuego.
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