Carolina Marín se duele de la rodilla tras lesionarse en la semifinal. AFP

El mensaje de Carolina Marín tras su grave lesión de rodilla: «Seguiré buscando mis sueños»

La volantista onubense publica en redes sociales una carta de agradecimiento por un cariño «inabarcable»

Martes, 6 de agosto 2024, 17:28

Es difícil ver el deporte como ejemplo de vida cuando se ven las imágenes de la lesión de Carolina Marín. Si alguien podía encontrar cierta luz entre las sombras de una grave lesión como es la rotura de ligamento cruzado, justo a las puertas de meterse en una final olímpica, es precisamente ella. Lo hace en una emotiva publicación en la que agradece a todos un apoyo que, según reconoce, le ha sobrepasado. «Seguiré buscando mis sueños. Ahora empieza otro camino, pero que ya conozco», promete.

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«El domingo sufrí uno de los momentos más difíciles de mi vida. Han pasado unos días pero necesitaré más tiempo para asimilarlo bien. Supongo que la vida nos pone en situaciones que no queremos vivir y que nadie merece, pero debemos asumirlo y llevarlo de la mejor manera posible», arranca la onubense en su publicación en las redes sociales.

Los médicos diagnosticaron este lunes a Marín una rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha. Una lesión que el pasado domingo la obligó a abandonar la semifinal de bádminton que tenía encarrilada para asegurarse la medalla en los Juegos Olímpicos de París. Es la tercera ocasión que la española sufre esta grave lesión.

Marín reconoce que «nunca había recibido tanto cariño» y asegura que «está siendo inabarcable». Sol menciona a una persona. A su rival en la maldita semifinal, la china He Bingjiao. «La animé a disputar un buen partido en la final, porque la deportividad estaba por encima de todo. Pero el momento en el pódium es uno de los gestos más bonitos que han tenido hacia mí jamás y siempre le estaré increíblemente agradecida». A lo que hace referencia es que la volantista posó con la medalla de plata con el pin de la delegación española para rendirle un merecido homenaje.

La onubense de 31 años, oro en Río 2016, estaba dando un recital en el Porte de Chapelle Arena tras haber ganado el primer set por 21-14 en la semifinal que le enfrentaba a china He Bing Jiao. En la segunda manga, aumentó el nivel de agresividad, ahogando y dejando sin respuestas a su rival. El resultado parecía encaminado a una victoria rápida, con 10-5 a favor de la andaluza, cuando en uno de sus frenéticos movimientos apoyó mal la rodilla derecha y cayó al suelo dolorida, consciente de la gravedad de la lesión.

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«No me gustaría acabar sin recordar que a veces usamos el deporte como ejemplo para la vida. Y el domingo también fue así: si trabajas duro y te esfuerzas más que nadie en cumplir tus sueños, estos se pueden hacer realidad. Pero no siempre ocurre», confiesa. «Yo sí cumplí los sueños de la niña que salió de Huelva hace mucho tiempo, pero tenía otros por cumplir. No pasa nada, la vida sigue y yo seguiré buscando mis sueños».

«Otro camino»

s. La primera vez que Marín tuvo que hacer frente a la pesadilla, fue en enero de 2019, año que arrancó como vigente campeona olímpica, mundial y europea, con una rotura del ligamento cruzado anterior. Siete meses después, volvió a las pistas y en 2021 brilló proclamándose de nuevo campeona de Europa, una señal de optimismo de cara a los Juegos de Tokio, pero a finales de mayo de ese año, a escasos dos meses de la cita olímpica, Carolina volvió a romperse, en esa ocasión el ligamento cruzado anterior y dos meniscos de la rodilla izquierda.

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Luego de una larga y complicada recuperación, regresó a las pistas para ganar el Campeonato Europeo de 2022, y en 2023, ya libre de dolor, defendió su título europeo, volvió a ganar torneos y fue plata en el Mundial. El año 2024 se presentaba prometedor, con una victoria en el prestigioso torneo All England entre otros títulos, y llegó a París buscando repetir la gesta de Rio 2016. Marín, actual número 4 del mundo, es la única jugadora no asiática en haberse colgado el oro desde que el bádminton entró como deporte olímpico en Barcelona 92. En París, se quedó a 11 puntos de entrar en una final que le habría garantizado la plata. Ahora lanza una promesa, la de levantarse de este tercer gran golpe. «Ahora empieza otro camino, pero que ya conozco».

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