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Cuadras con aire acondicionado o el privilegio de ser caballo olímpico

Cuadras con aire acondicionado o el privilegio de ser caballo olímpico

Masajes con fisios, láser para regeneración celular, arena de sílice en la pista o controles veterinarios para asegurar que no hay golpes o lesiones, entre los cuidados

Marta San Miguel

Enviada especial. París

Martes, 30 de julio 2024, 00:13

El sendero está encharcado, pero por los márgenes se puede caminar sin notar que las suelas son ventosas que se hunden. La lluvia caída los primeros días en París hacen de los Jardines de Versalles, donde se celebran las pruebas de hípica, una bellísima estampa ... pastosa y húmeda que trepa de los pies hasta las rodillas de los pantalones dejando un rastro de barro gris. ¿Cómo es posible, entonces, que los caballos que están galopando en la pista de arena tengan las manos y los pies impolutos, si ese suelo también ha estado a la intemperie? Los jinetes de doma clásica están probando la pista. Es una toma de contacto en la que muestran a los animales el escenario donde van a competir, pero la arena sobre la que trotan y galopan no tiene ni un charco, ni tan siquiera un brillo acuoso. «El metro cuadrado de esta arena cuesta una millonada», dice un miembro del equipo de la delegación española. ¿Define millonada? Pero, como sucede en este deporte, la hipérbole deja en lo económico un libre vuelo a la imaginación porque esa arena que no se moja, esa arena de sílice con volutas de celulosa se ha tragado el diluvio parisino, y al pisarla, lejos de mojarte, notas que caminas sobre la alfombra que tiene Zeus a los pies de su cama. ¿Por qué tantos cuidados con el suelo que pisan los caballos? Y la respuesta te obliga a hablar no solo de la tierra, sino hasta el aire que respiran estos atletas olímpicos.

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