Bronce con covid y fin de los juegos para Lyles

Sergio Eguía

Viernes, 9 de agosto 2024, 01:46 | Actualizado 07:47h.

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Está muy manido. Decir que un determinado deportista es un personaje (más allá de ser una figura pública por su lógica exposición a los medios) es ya tan habitual que casi ha perdido su figurado significado. Claro que a Noah Lyles, campeón olímpico de los 100 metros lisos -el hombre más rápido del planeta en este momento-, le sobran dos décimas para devolverle todo su peso a la expresión.

Le quieres o le odias. Sin medias tintas. Eso sí, siempre es protagonista. Personaje, sí; pero el que se lleva sin duda todos los flashes. La última en estos juegos -el mismo ha dicho que no cree que pueda seguir compitiendo- ha sido el bronce logrado en los 200 metros, en los que era el máximo favorito al oro.

Salió al estadio con mascarilla. ¿Alguna de sus excentricidades? Corrió flojo (respecto a lo que se espera de él, claro) y tras entrar tercero en meta se tiró al suelo. Ahogos, gateo, evidentes dificultades para respirar y la cara completamente desencajada. La cosa iba en serio. No era broma. Llamó a las asistencias médicas y le estabilizaron en una silla de ruedas.

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Poco después la federación estadounidenses confesó que Lyles había dado positivo en covid el pasado martes. Que corrió enfermó y que terminó completamente exhausto por el esfuerzo. Fue bronce. Con covid. No sería raro que le sancionen por el riesgo al que han estado expuestos sus contrincantes. La medalla se la queda. Aunque le cueste las otras dos que pensaba ganar en los relevos por equipos.

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«Creo que esto será el fin de mis Juegos Olímpicos 2024», publicó Lyles en su cuenta de Instagram después de contar que dio positivo en un test de covid el martes. «No son los Juegos que soñé, pero me han dejado con mucha alegría en mi corazón». Se lleva a casa un oro y un bronce y otra anécdota a su habitual lista de polémicas.

Una de las más sonadas fue cuando en los mundiales de atletismo empezó a dudar en una rueda de prensa del valor de ser campeón de la NBA. Bien pensado, tiene razón, pero las superestrellas del basket salieron en tromba indignadísimas. «Me vienen con que son 'Campeones del Mundo'. Pero si solo juegan equipos americanos», se mofó. «Campeones mundiales somos los que corremos aquí, que hay personas de todos los países representando con orgullo sus banderas. ¿Pero la NBA? A ver, que nadie me malinterprete. Que yo también quiero a los Estados Unidos (a veces, añadió con una sonrisa pilla), que ser campeón de EE UU está muy bien, pero nosotros no somos el mundo entero», argumentó.