Bizkaia, una medalla. ¿Por qué?

La comparación entre ambos rendimientos puede sorprender por un hecho tan explícito como la diferencia de población. Bizkaia alcanza los 1.154.306 habitantes, algo más de la mitad de Euskadi, por los 728.027 de Gipuzkoa, pero «la distribución demográfica de Bizkaia está concentrada excesivamente en los dos márgenes de la ría y por supuesto en Bilbao», expone Jon Iriberri, técnico de deportes del Gobierno vasco. «Es un estilo de vida netamente urbano que no ayuda nada a la formación de deportistas. En cambio, Gipuzkoa cuenta con muchas poblaciones de medio tamaño al margen de San Sebastián: Tolosa, Beasain, Eibar, Mondragón... Son fuentes inagotables».

¿Por qué? «En torno a los pueblos se genera un asociacionismo natural. Tienes la cancha de fútbol pero también un frontón, un sitio donde bañarte con amigos que te introduce en deportes acuáticos, entornos naturales para, por ejemplo, probar con la bicicleta de montaña...», desarrolla el también ingeniero biomecánico del equipo Visma de Jonas Vingegaard, doble ganador del Tour de Francia. «La ciudad te limita. No hay estructuras que surjan de manera espontánea». ¿La receta? «Hacen falta más espacios urbanos para la actividad física y de ahí seguramente salgan deportistas. Hoy por hoy, el pueblo de medio tamaño es la mejor fábrica de talento», lanza Iriberri. «En su momento Getxo fue un núcleo muy importante», añade Xabier Leibar, quien lleva analizando al olimpismo vasco décadas, antiguo responsable biomédico en Basque Team.

Otro factor a tener en cuenta es la cultura deportiva de cada provincia. Markel Arregui, que ocupa en la actualidad dicho puesto en la fundación vasca, apunta la diferencia entre ambos modelos. «El guipuzcoano se basa en el multideporte desde etapas iniciales, mientras que el vizcaíno lo intenta simular al combinar desde edades tempranas balonmano, baloncesto, voleibol, fútbol... Hay colegios que orientan a la práctica de un deporte en concreto por tradición cultural. También influye el papel de la herencia familiar», lanza el especialista. Arregui propone «iniciar la psicomotricidad a edades tempranas y ampliar las miras de los niños y las niñas para que conozcan todo tipo de deportes».

Xabier Leibar considera que, «ante una exigencia cada vez mayor», la representación vasca sigue siendo «buena» pese al incesante descenso de la natalidad. Pone el foco en «la perdurabilidad del deportista guipuzcoano en los Juegos con respecto a los vizcaínos. Es importante que se repitan presencias para así construir referentes».

Llega la hora de abrir el melón. ¿Absorbe el fútbol al resto de deportes? ¿Opaca el 'ciclón Athletic' a otras disciplinas? «No creo que tenga la culpa, pero hay una tendencia en Bizkaia a no hacer práctica multideportiva en una dirección. Se hace mayormente fútbol, en Gipuzkoa está más distribuido», dice el doctor. Jon Iriberri sí reconoce que «el Athletic es la punta del iceberg de un fenómeno que por debajo tiene estructuras inmensas que no van más allá del fútbol y resta posibilidades. En el resto de deportes, Bizkaia ha pecado de una excesiva atomización, con entidades muy pequeñas, con pocos recursos».

Bizkaia puede presumir de otra medalla de bronce, la correspondiente a la selección de fútbol femenino de Alemania, precisamente conqquistada ante España. En sus filas se encontraba Bibi Schulze, central del Athletic nacida en Alemania, hija de bilbaína y nieta de un mito rojiblanco de los años 20 como Pacho Belauste. La germana, que fue convocada en el pasado con La Roja, vivió de pequeña a caballo entre Frankfurt, Lekeitio y la capital vizcaína.

España debutó en un 3x3 con un rendimiento brillante y una bilbaína en sus filas. Nacida en 1992 y vecina de Santutxu, había sido meses antes la artífice de la clasificación con una canasta milagrosa de espaldas. Alemania privó del oro a un cuarteto para la historia.

Formado en la inagotable cantera del Jolaseta de su Getxo natal, Basterra (1997) lideró a los Red Sticks hasta un buen cuarto puesto.

También de Getxo, nacido en 2001. Como 'Chefo', cambió el Jolaseta por el Club de Campo de Madrid, uno de los equipos hegemónicos.

El de Barrika (1994) tenía el oro en su mano pero un dramático final le dejó hasta sin podio. Obtuvo diploma con su quinto puesto.

Otro diploma pero de mejor sabor. La de Bermeo (2008) quedó séptima tras disputar la final infiltrada, lesionada en la espalda.

Nacida en Astillero en 1991, reside en Getxo becada por Basque Team. Cuajó un buen papel al ser sexta en la final de skiff.

Natural de Zaragoza (2000) y también residente en Getxo, venció en la final B del dos sin timonel junto a la catalana Aina Cid

La de Sopelana (2000) fue titular en el duelo por el bronce en el que La Roja cayó ante Alemania. Ex del Athletic, juega en el Real Madrid.

La de Pola del Pino (Asturias), nacida en Barakaldo en 1998, apenas tuvo 100 minutos. Exleona, ha cambiado el United por el Monterrey.

El escolta del Valencia nacido en Getxo (1997) entró con frecuencia en las rotaciones de Scariolo, pero La Familia no superó la primera fase.

El púgil de Galdakao (2003) se despidió a las primeras de cambio al caer contra el kazajo Mukhammedsabyr en sus primeros Juegos.