El Indautxu recurrirá la sanción de 350 euros por los incidentes en el campo del Lakua

Ambos clubes tienen previsto recurrir el castigo. Disponen de un plazo de diez días para hacerlo. Y es que, mientras por un lado se desarrolla la investigación policial para identificar a los instigadores de la pelea, la justicia deportiva ha seguido su camino. De hecho, ha impuesto una multa de 600 euros a la entidad vitoriana por no impedir que el grupo agresor que originó la refriega saltara al campo y golpeara al cancerbero visitante, que acabó en el hospital. Asimismo, el Comité de Competición ha apercibido al cuadro alavés con el cierre de sus instalaciones en caso de reincidencia.

El Indautxu, por su parte, ha sido sancionado con una multa de 200 euros porque sus aficionados saltaron al campo y otros 150 euros por las descalificaciones al árbitro y posterior expulsión del recinto deportivo de uno de sus seguidores, padre de un jugador, en el minuto 94. «Esta última sanción no la vamos a recurrir, pero sí los otros 200 euros que nos han impuesto. Las dos únicas personas del Indautxu que saltaron al césped fueron los familiares del portero para atenderle después del puñetazo que le propinaron. No es de recibo que después de ser los agredidos encima se nos castigue. Es por una cuestión moral no económica», resaltó el presidente del Indautxu, José Hernández.

La sanción federativa se basa en el acta redactada por el colegiado del encuentro. El árbitro describe una «batalla campal» de un centenar de personas a raíz de la agresión al portero del Indautxu. En ella, según él, participan «jugadores y aficionados». Ambos clubes rechazan esa versión y aseguran que, además de ser un tumulto mucho más reducido, muchas personas saltaron al campo para apaciguar los ánimos.