Rahm marca su territorio desde el primer día y ya es líder en Orlando

En la que es la segunda participación de su carrera en esta prestigiosa cita del PGA Tour en Orlando, el vizcaíno arrancó como un ciclón con tres birdies en los tres hoyos iniciales con los que dejó patente que su ambición sigue intacta y que también quiere reinar en este rincón de Florida próximo a Disneylandia, donde los sueños pueden hacerse realidad. Después, el campo se endureció y le costó algo más domarlo, pero su resultado fue espectacular. Firmó en la casa club de Bay Hill una tarjeta de 65 golpes, siete bajo par, lo que le encaramó al primer puesto en la clasificación. Le siguen a dos impactos Chris Kirk, Cameron Young y Kurt Kitayama.

No hay tregua para Rahm en estas intensas semanas del curso. Por el calendario y por su propio ADN competitivo, que le 'obliga' a darlo todo allá donde va. Las cámaras ya no pierden detalle del juego del vizcaíno, que no sólo lidera la lista planetaria sino que también se mantiene en cabeza del circuito americano en este idílico 2023. Por sus triunfos pero también porque, cuando no consigue ganar, y este es uno de los factores que le convierten en único, es capaz de sostenerse en la zona noble y terminar en el 'top 10'. Lo hizo en el Farmers Insurance, donde terminó en la séptima plaza, y en el Phoenix Open, donde fue tercero. Muchos puntos para su casillero.

Además del triunfo en el torneo, en Orlando vuelve a estar en juego el número uno. Las diferencias entre los tres primeros -Rahm, Scheffler y McIlroy- son mínimas y un buen ejemplo de ello es que en el mes de febrero ya se produjeron varios vuelcos. El profesional de Nueva Jersey culminó su recorrido antes que el de Barrika y es evidente que ha viajado a Florida para ir a por todas porque finalizó con un magnífico menos cuatro. La respuesta de Rahm, incontestable. Menos siete y liderato. Golpe en la mesa. Parece que la batalla puede ser entre ellos dos porque el tercero en discordia, McIlroy, no anduvo fino.

En el debe del vizcaíno un solo bogey en la bandera número 8. Pero conquistó con brillantez las de los hoyos 1, 2, 3, 12, 17 y 18 y estuvo excelso en el 16, donde sacó su magia para sellar un eagle que supuso su impulso definitivo. Rahm no quiere parar.