Rahm golpea pero carece de remate

Jon Rahm quiso arrancar con todo lo que le permite su cuerpo fatigado el segundo recorrido del Acciona Open de España. El tiro de salida en el hoyo 10, por donde comenzó la segunda vuelta, fue extraordinario. Es un hoyo de 371metros. El campeón del LIV Golf dejó su bola a 93 metros de la bandera. El segundo fue todavía mejor. Quedó a poco más de un metro del hoyo. No falló. Birdie. El primero de la jornada. Prometía mucho. Para ilusionarse con una vuelta mágica.

Pero esto es el golf. Da igual cómo golpean y qué resultados están teniendo tus compañeros de grupo. Puede que en algún momento mires una pizarra que aparece en algún lugar del campo con la clasificación general. Pero eso no importa. En este deporte solo hay dos rivales: tú y el campo. Y el Club de Campo Villa de Madrid no tiene un recorrido sencillo.

A este Rahm se le nota que está jugando sin haber tenido la concentración y el tiempo necesarios para preparar el torneo. Vivió otra jornada de arriba y abajo. De sube y baja. De restar y sumar. Por eso es un campeón, por eso casi siempre o gana o termina entre los diez primeros. Y de él siempre es de esperar que tenga un día excepcional, de esos que ilusionan con otro triunfo.

Decía Seve Ballesteros que a él le habría gustado que todos los campos tuvieran las calles estrechas, porque así todos los rivales tendrían que jugar desde donde la hierba está más alta, y no que jugara solo él en el rough. Rahm, que es uno de los pegadores más poderosos del circuito, normalmente coge calle y suele tener su segundo golpe más cerca del green que sus adversarios. Ayer pegó fuerte y largo, pero visitó más que de costumbre el rough y el semirough. Las calles eran más estrechas. Producto de ello y de dos bunkers llegaron los bogeys. Fue en esos hoyos, el del 12,18, 2 y 6 donde aparecieron los fallos que evitaron que el de Barrika acabara la jornada con una vuelta de escándalo. Fue donde el putt apareció para ser malo.

Donde la gama de todos los golpes resultaron buenísimos fue en el hoyo 4, un par 5 de 476 metros. Otra salida espectacular, un segundo golpe para dejar la bola a tres metros de la bandera y sacar un eagle. Magnífico. Para aplaudir y volver a soñar. Pero en el 6 volvió a necesitar tres putts, para acabar mejorando en el 7 con un nuevo birdie.

Está ahí. En la pelea. Con 137 golpes (-5) a falta de dos vueltas. Y todos saben que Rahm siempre tiene una vuelta mejor. Y él también lo sabe. «He salvado el día», dijo a los medios de comunicación. Reconoció que estadísticamente podía parecer que no había cogido muchas calles porque son bastante estrechas, pero también admitió que se había encontrado mejor, que había dormido bien las dos últimas noches. Al ser preguntado por si le daría algún consejo a Ángel Hidalgo, respondió de manera rotunda: «Compitiendo contra mí, ninguno». Quería comer, descansar y desconectar. No sabía nada de lo que había pasado en Roma en el partido del Athletic, pero rechazó los actos del lanzamiento de bengalas.

La gran sorpresa del torneo, dotado con 3,5 millones de dólares, continúa siendo Hidalgo. Extendió su liderato en la segunda jornada con un juego muy templado, seguro y lleno de confianza. Un solo bogey en el recorrido que apuntaló con cinco birdies para quedarse con un total de 132 golpes (-10). A la pelea por el título se han añadido los ingleses Joe Dean y Sam Bairstow. El primero es segundo a cuatro golpes del líder después de conseguir una tarjeta de 65 golpes (-6), tras lograr dos eagles, cinco birdies y tres bogeys. Bairstow, por su parte, combinó cuatro birdies con tres bogeys y terminó con (-5).

El segundo mejor español en la clasificación es Alfredo García-Heredia, con 137 golpes, los mismos que Rahm, después de una segunda vuelta en la que logró 67 golpes, con seis birdies y dos bogeys.