Rahm empaña su buen inicio en St. Andrews

Hubo ilusión y dio la sensación que la victoria podía ser nacional. Los 31 golpes de Rahm en los primeros nueve hoyos solo habían sido superados por dos jugadores de los 68 que accedieron a la última ronda del torneo: el sudafricano Robin Williams (30) y el catalán Puig, inspiradísimo con todos los palos para ejecutar una mejor vuelta con 7 birdies y dos pares: 29 golpes, ideales para soñar también con el triunfo. Al par del 1 siguió con seis birdies seguidos. Parecía imparable. Nadie, durante los cuatro días del torneo, había tenido una primera vuelta tan maravillosa. Sin embargo, Puig, tercero en el Open de España la semana pasada, y también jugador del LIV Golf, consiguió una actuación que confirma que es un golfista que acabará ganando un gran título.

Pero Puig y Rahm no pudieron mantener tan excelente juego. A la lucidez y confianza que los abrazó en esos nueve hoyos le siguió una racha de fallos que poco a poco fue enterrando sus opciones de estar en lo más alto de la clasificación final. David hizo diez golpes más en los últimos nueve hoyos (39). Y Jon acabó firmando una de las peores segunda vuelta de este año: 38 golpes.

En París, hace poco más de un mes, el de Barrika, cuando parecía que acariciaba la medalla, anotó en su tarjeta dos bogeys consecutivos en los hoyos 11 y 12. Ayer, en el emblemático St. Andrews, sumó algo que muy pocas veces acostumbra a verse en las tarjetas de Rahm. Tres bogeys seguidos. Increíble.

Los cinco birdies de los primeros 9 hoyos y un sexto en el décimo pusieron al vasco en la pelea. Los cuatro bogeys de la segunda lo apartaron de cualquier ilusión por el título, cuando en el 10 se había colocado a cuatro del líder Hatton. Esta vez aprovechó bien los pares 5, donde él suele ganarle al campo. Tanto en el 5 como en el 14 el putt no falló. Esta vez, un par 3 (11) y tres pares 4 (12, 13, 14 y 16) significaron un suplicio para él. Gozó de buenas ocasiones para mejorar mucho más su tarjeta, pero su juego agresivo se fue enfriando como el clima de los links del Old Course. Rahm volverá a jugar su último torneo en España, el Estrella Damm Andalucía Masters entre el 17 y 20 de octubre.

Puig estuvo sembrado en esa primera vuelta. Muy pocos jugadores logran tarjetas inmaculadas como la del jugador de 22 años. Sus 29 golpes mejoraron los 30 de Hatton el sábado, que contribuyeron a que el inglés igualara el récord del campo (61). Pero aparecieron las espinas en el camino del de La Garriga. La más dura en el 12, en el que un doblebogey enturbió su actuación y un bogey en el siguiente hoyo acabaron por restar confianza y frenar una actuación que parecía haber encontrado una autopista hacia la victoria.

El final del torneo no estuvo exento de emoción. El belga Nicolas Colsaerts, 41 años, con tres triunfos en el circuito europeo, se empeñó en hacer sufrir a Hatton. Colsaerts solo tiró la toalla en el hoyo 18, donde los dos llegaron igualados a -23 golpes. Necesitó dos putts para hacer el par del último hoyo. Hatton, 32 años, se alzó con su tercer título en el Alfred Dunhill Links Championship después de los de 2016 y 2017.