Rahm se condena a una remontada en el LIV de Miami

Además, su resultado conlleva el adiós a un récord que tardará en igualarse en el LIV. Después de 21 jornadas, o lo que es lo mismo, siete torneos al completo, no restó golpes a su tarjeta. Lo logró este año todos los días en Riad, Adelaida, Hong Kong y Singapur y en los tres últimos certámenes de la pasada edición: Chicago, Greenbrier y Gran Bretaña. Se impuso en dos de ellos, amarrando sus dos únicas victorias individuales hasta la fecha para obrar la remontada ante Joaquín Niemann en la clasificación general.

Fue un día irregular para Rahm –cogió apenas seis calles–, que se vio envuelto en un carrusel de bogeys y birdies en la primera mitad del recorrido, demasiado ajetreo. Su gran inicio, en el que recuperó a la perfección en un par 5 tras visitar el búnker en el primer golpe, se fue al traste a las primeras de cambio. Encadenó errores en el hoyo 2 al casi dar al público, en el 3 al salir muy mal desde el tee y mandarla al bosque y en el par 3 de la cuarta bandera en el que no encontró el green y todo fue cuesta arriba.

El 'León de Barrika' se vio con +2 en apenas cuatro hoyos y recuperó sensaciones con un fenomenal hierro que aseguró el siguiente par. Después regaló un espectacular putt desde siete metros para firmar el primero de los dos birdies consecutivos. El siguiente, hoyo 7, lo hizo con la receta en la mano: calle, green y un putt. Poco le duró su periplo al par del campo porque en el par 5 del 8 se enredó de una manera extrañísima. El viento le alejó la bola del green y tuvo la fortuna de caer entre dos búnkers de grandes dimensiones, pero desde una posición sin aparente dificultad su chip no llegó a la zona lisa y fue a parar a la arena. Una mala salida hizo el resto y cayó el cuarto bogey.

Después de dos sufridos pares al 9 y al 10 un mal putt, le pegó muy fuerte, hizo que de una posibilidad de birdie pasara a cosechar otro error. En ese +2 permaneció durante los cuatro hoyos siguientes en los que combinó fallos más que evitables con toques de puro genio. Mejoró de forma ostensible en la recta final. Logró una rebaja en el 16 tras sacarla a la perfección de la arena y embocar. Luego, otro gran putt al que le faltó un giro evitó un birdie que le hubiese devuelto al par. Cerró la jornada enfrentándose al mayor desafío del 'Blue Monster', un par 4 rodeado de bosque y agua que se jugó en una media altísima de 4,7 golpes. No cometió fallos allí, pero tampoco pudo ser. Este sábado juega a partir de las 17.15 horas.

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