Rahm asalta el liderato del LIV a falta de un torneo... pero sale del top-10 mundial cinco años después

Un 'sorpasso' en toda regla conseguido a base de constancia y regularidad. Porque Rahm nunca ha finalizado un torneo del circuito saudí fuera de los diez primeros. Ya van once de once. Solo en Houston se ausentó y fue por lesión. El de Barrika se retiró en la segunda jornada con la mirada puesta en el US Open de la siguiente semana, torneo que finalmente no pudo disputar por una dolorosa infección en el pie izquierdo. En el resto, obtuvo dos décimos puestos, dos octavos, un quinto, un cuarto y tres terceros antes de sus últimas citas. Ganó en Rocester su primer título de la era LIV tras un gran papel en el British y antes del desastre de los Juegos Olímpicos y en Greenbrier rozó el campeonato.

Ahora, Rahm cuenta con 195,17 puntos por los 192,2 de Niemann. De la pelea por el título se bajaron este fin de semana Tyrrell Hatton (3º) y Sergio García (4º), que buscarán ahora un lugar en el podio junto a otros rivales como Louis Oosthuizen (5º), Cameron Smith (6º) y el propio Koepka (7º), que se hizo con su quinto título de LIV, más que ningún otro. Cada victoria son 40 puntos, mientras que el segundo puesto son 30 y el tercero, 24. La puntuación va bajando hasta el puesto 24. Más allá no se reparte nada que no sea recompensa económica, el otro gran aliciente de ser ganador de la competición puesto que se obtiene la friolera de 16,25 millones de euros extras. A Rahm le basta con mejorar o igualar lo que haga Niemann. Pero si el chileno finaliza entre los tres primeros en una posición mejor que la del vizcaíno se llevará el título.

La cara B de esta temporada llena de cambios para el jugador vasco reside en su progresiva caída en el ránking mundial. El LIV se rindió hace meses en su lucha porque sus torneos computasen para la clasificación ya que el cambio de formato (de cuatro a tres días y sin cortes) es un muro insalvable a día de hoy para los rectores del golf. Rahm finalizó su mágico 2023, donde consiguió la chaqueta verde de Augusta y otros tres títulos a inicios de año, en el tercer escalón. Ahora es undécimo.

El vizcaíno ha salido del top-10, terreno en el que se ha movido sin fallo los últimos cinco años. 251 semanas después de aquel 8 de julio de 2019, un día después de conseguir su segundo Open de Irlanda, su nombre ya no está entre los diez primeros del mundo. El triunfo en el St Jude Championship del japonés Hideki Matsuyama, bronce en París, le aparta del olimpo. Scottie Scheffler, Xander Schauffele y Rory McIlroy continúan en los puestos de honor.

Rahm también cuenta con 52 semanas como número uno divididas en seis periodos. El primero llegó en plena pandemia, después de ganar el 19 de julio el prestigioso Memorial. El último día que disfrutó de tal privilegio fue el 21 de mayo de 2023, un mes después de dominar el Masters. Desde entonces es Scheffler quien gobierna. El ganador de dos 'majors' -en 2021 conquistó el US Open- ha retrocido escalones este año, en el que solo ha tenido cuatro oportunidades de sumar: en los grandes. Sin embargo, su concurso ha estado muy por debajo de sus posibilidades. En Augusta no pasó del 45º puesto, en el PGA Championship falló el corte y en el US Open no compareció por lesión. Se recuperó en el British, donde fue séptimo tras disputar un gran torneo en Royal Troon, Escocia.

La caída de Rahm no es una mera anécdota en un contexto en el que la clasificación no refleja a la perfección el sentir del golf, con un puñado de grandes jugadores (Koepka, DeChambeau, Niemann...) en el LIV. La Ryder Cup de septiembre de 2025 en Nueva York podría estar en peligro. A ella irán doce jugadores que se regirán por el ránking y todo hace indicar que para entonces el vizcaíno, hoy tercer europeo del mundo, habrá perdido muchas posiciones. Su consuelo es que siempre se reserva un cupo de invitaciones para que, de mantener su nivel, el capitán Luke Donald cuente con él. Más complicado lo tendrá para acudir a los Juegos de Los Ángeles de 2028, donde la clasificación no admite lugar a especulaciones y solo se rige mediante la clasificación. Eso sí, todos los agentes que mueven los hilos del golf esperan haber llegado para entonces a un acuerdo para la convivencia con la liga árabe.