El PGA, la segunda opción del año para Rahm

'El León de Barrika' desembarca en el estado origen del whisky de Bourbon tras el mal trago de un Masters en el que fue el centro de todas las miradas. Como ganador, organizó la tradicional Cena de Campeones, en la que no solo pronunció un discurso frente a las leyendas de este deporte. Rahm se vio las caras por primera vez con muchos de los que fueran sus compañeros en el PGA, circuito que le vio nacer y que le expulsó tras su millonario fichaje por la liga saudí en diciembre de 2023. Ese tenso encuentro no fue del todo bien. «Sí, he notado actitudes hostiles, pero me lo esperaba. Mis amigos han seguido siendo mis amigos, pero alguno con los que tenía una relación muy cordial no me ha mirado ni a la cara. Son cosas que pasan. Si alguien cambia su opinión de mí es un tema suyo, no mío, sabía que iba a pasar pero no sabía quién», declaró el vizcaíno el último día en Augusta, una jornada que se le hizo eterna puesto que tuvo que colocar la chaqueta a Scottie Scheffler, precisamente el mismo que se la puso a él un año antes.

Sin tanta presión pero con la necesidad de no cargar de argumentos a quienes le critican por su marcha al LIV llega Rahm a Louisville. Volverá a las cuatro jornadas, 72 hoyos, como ha hecho siempre. Una barrera que favorece a los grandes jugadores como él, que aparece en las quinielas para pelear por el trofeo. Se quedó lejos, muy lejos, en las dos últimas ocasiones. Los puestos 50 y 48 son sus discretas actuaciones de 2023 y 2022. Antes había sido octavo y decimotercero. No pasó el corte en 2019. Lo más cerca que ha estado de levantarlo fue en 2018, cuando fue cuarto con solo 23 años en su segunda participación en una edición que coronó a Brooks Koepka, otro de los 'livianos' que estarán presentes en Valhalla.

De los 156 jugadores que competirán en el PGA, 16 acuden al amparo de las siglas del LIV. Son, en su mayoría, ganadores de otros 'grandes' que, como Rahm, tienen derecho a participar. Hablamos de Bryson DeChambeau, Dustin Johnson o el mentor y amigo de Jon, Phil Mickelson. Pero también hay quien ha recibido una invitación, sistema que se reservan todos los torneos. A pesar de las diferencias y las tiranteces entre ambos circuitos, en los 'majors' se intenta que no falte ningún crack mundial y jóvenes promesas. Una de ellas es el español David Puig.

Nacido en La Garriga, Barcelona, forma parte del LIV desde 2022, cuando con solo 20 años cortó su carrera universitaria para unirse al torneo saudí, donde forma parte de los Fireballs capitaneados por Sergio García. Hasta entonces se formó en la misma Universidad de Arizona de Rahm. Ganador en febrero del Open de Malasia, tiene un futuro prometedor por delante. Además, con el vizcaíno ya clasificado, el catalán busca una buena actuación para sumar puntos que le den el billete a París. En la cita olímpica solo puede haber dos españoles, elegidos vía ranking mundial. El gran rival de Puig es el donostiarra Adrián Otaegui, que también estará presente en el PGA tras lograr la clasificación con su triunfo en el Open de China el pasado 5 de mayo.

El guipuzcoano fue uno de los participantes de la primera edición del LIV en 2022, aunque ahora está desvinculado. Por ello tuvo que pagar una multa de cerca de 300.000 euros, además de una suspensión de cuatro torneos en el circuito europeo, el DP World Tour. A sus 31 años y con cinco títulos en su palmarés competirá en su cuarto PGA. El año pasado no pasó el corte, como en 2019. Un año antes finalizó en el puesto 65. Para Puig será su segundo 'major' después de su meritorio estreno en el último US Open, donde fue 39. Como en Augusta, donde José María Olazabal acompañó a Rahm, Euskadi vuelve a tirar del golf nacional. Otra vez tres representantes españoles: ahora entra Puig en lugar de Sergio García.