El nuevo método de Rahm salta por los aires antes de afrontar el tercer 'major' del curso

Recapitulemos. El miércoles se desplazó desde su residencia de Scottsdale, Arizona, hasta Pinehurst N°2, escenario del US Open. Los dos malos tragos en Augusta, donde terminó con +9 empatado en el puesto 45, y en el PGA Championship, donde ni siquiera pasó el corte, le llevaron a buscar un nuevo rumbo a la hora de afrontar las citas importantes. Rahm no ha sido nunca muy partidario de testar los campos antes de la semana del torneo porque las condiciones pueden cambiar (viento, humedad, lluvia...), pero esta vez estimó oportuno variar su hoja de ruta. Se ejercitó en este escenario que ya acogió el certamen hace una década, quiso conocerlo de primera mano. Quería saber dónde se encuentran los puntos negros, sobre todo después de dos 'majors' en los que sus constantes problemas con el drive tuvieron la culpa de no poder pelear por grandes cosas. Apenas encontró calles con regularidad.

Tras su primera toma de contacto con el recinto de Carolina del Norte, el vizcaíno se subía de nuevo al avión para desplazarse hasta Houston. Por delante se presentaban tres días de golf, sus únicos de competición entre 'major' y 'major'. Todo un abismo. Todo se torció poco antes de competir en el octavo certamen del LIV. Rahm sufrió un corte entre los dedos del pie derecho cuya herida le molestaba sobre todo al girar el cuerpo en el swing. En el quinto hoyo del día, su movimiento acabó con ostensibles gestos de dolor, pero pudo continuar. Lo hizo, de hecho, a gran nivel, con cuatro birdies en las siguientes seis banderas. Culminó su estreno con el quinto birdie del día para una tarjeta de -3. Mantenía opciones plenas de triunfo, de inaugurar su cuenta en la liga saudí. Pero, con apenas un tercio de recorrido completado el sábado, Rahm se retiró.

Las alarmas se encendían, pero este periódico informó a través de fuentes cercanas al jugador que su participación en el US Open no corre peligro. Su decisión de abandonar se debió a la precaución que quiso tomar para que la rozadura no fuese a más en una jornada de intenso calor. El 'León de Barrika' estará en Pinehurst, donde las temperaturas superarán los 30 grados, pero su estado es una incógnita. Si ya de por sí competir apenas tres días, 54 hoyos, entre dos 'grandes' como el PGA Championship y el US Open es un bagaje insuficiente, hacerlo en apenas 24 supone una moneda al aire respecto a sus aspiraciones.

Quizás a Rahm le venga bien tener menos presión no estar en el saco de favoritos, como sí lo estaba en Augusta y Louisville. Por pequeña que sea, al fin y al cabo sufre una lesión que le ha fastidiado la preparación que había hecho junto a su equipo.