Michael Block, un intruso entre gigantes en el PGA

Cada vez que mete un putt pone un gesto de incredulidad y después sonríe tímidamente antes de agradecer el apoyo de los miles de aficionados que se han rendido a sus pies estos días en el Oak Hill Country Club. Michael Block, un desconocido que llegó al PGA Championship de Rochester por invitación, es un profesor de golf norteamericano de 46 años que da clases en el Arroyo Trabuco de California. Los propios miembros del club le animaron en su momento a dar un paso más en su carrera, convencidos de que podía sacar oro de su bolsa de palos. Y él, jugador 3.580 del ranking mundial, les hizo caso a regañadientes porque le gusta la vida que lleva en su trabajo y es poco amigo del estrés y la tensión. Así que atendió la llamada en la que se le abrían las puertas para compartir espacio con los más grandes de este deporte.

En los torneos suele ser habitual que algún profesional 'anónimo' se salga en la primera jornada e incluso en la segunda y que de la misma manera que ha subido baje después hasta el lugar que le corresponde por su posición en la lista mundial y por juego. Así que cuando Block terminó el jueves al par del campo pasó desapercibido entre más de 150 nombres y una constelación de estrellas. En la segunda, sin embargo, ya empezaron a fijarse en él porque se movía por el campo con la soltura propia de quien no se juega nada y disfruta de cada momento. Los responsables de las cadenas de televisión se dieron cuenta de que se había ganado al público y las cámaras empezaron a seguirle y a repetir sus golpes. Él seguía a lo suyo y no se podía imaginar lo que le esperaba al término de la vuelta del viernes: autógrafos, selfies, entrevistas...

Había pasado el corte entre los mejores con dos recorridos al par que dejó a los entendidos con la boca abierta. Se había colado un intruso entre gigantes en un campo de máxima exigencia que no admite errores. Hasta hace no mucho Block cobraba unos cien euros la hora a los alumnos en su club para mejorarles el swing y afinarles el movimiento del putter. Y a ese trabajo regresará en cuanto despierte de este sueño americano en el que se embarcó con un encogimiento de hombros. Pensaba que solo iba a durar dos días y va a disputar el torneo completo. El sábado, con otro 70 en su tarjeta, tuvo como compañero de partido a Justin Rose y este domingo coincidirá en los tees, en las calles y en los greenes con Rory McIlroy, número tres del ranking mundial y ganador de cuatro 'Majors'. Saldrá octavo solo por detrás de Brooks Koepka, Viktor Hovland, Corey Conners, Bryson Dechambeau, Justin Rose, Scottie Scheffler y el mencionado McIlroy.

Y para rematarlo.... Hoyo en uno. Alucinante

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