Jugar en casa, lujo asiático para Rahm

Siempre se ha dejado ver cerca de la planta noble en este TPC Scottsdale, aunque paradójicamente su mejor resultado data de 2015, cuando lo jugó como universitario, y por lo tanto aficionado. Le descontó doce golpes al campo con cuatro vueltas bajo par, se quedó a solo tres del ganador, Brooks Koepka, y su quinto puesto le procuró 252.000 dólares que no pudo ingresar porque no era profesional. Como jugador de pago comenzó con una decimosexta plaza (-10, a 7 golpes de Matsuyama), mejoró al undécimo puesto (-12, a 6 de Woodland), décimo (-10, a 7 de Fowler) y el año pasado se metió en el Top10 (noveno con -11, a 6 de Webb Simpson).

Es un campo que carece de misterios para el vizcaíno. Lo mejor es corroborar que su confianza está al máximo nivel. «El juego está siendo bueno. Los dos séptimos puestos de Kapalua y Torrey Pines fueron diferentes al contar con el estreno del Odyssey en California, donde tuve una oportunidad legítima de ganar, pero el putter se enfrió y no pude hacer mucho en los segundos nueve hoyos. Pero el juego está ahí. Siento que me estoy acostumbrando a los palos, a la bola. Aún probamos muchas cosas para asegurarnos de que todo esté lo más controlado que sea posible. Espero que las cosas sigan encajando para verme campeón el domingo.

Esa agradable sensación de jugar en casa incluye otro factor que agrada sobremanera a los jugadores. La organización del Waste Management Phoenix Open ha habilitado el acceso de 5.000 espectadores diarios que ayer en la última jornada de ensayos ya se dejaban notar en el tramo final del campo, incluido el Stadium del hoyo 16. «Al estar tristemente acostumbrados a jugar sin público suenan como si fueran cien mil», reconoce Jon Rahm. No faltará la música y las ovaciones o abucheos en el citado par 3 dependiendo de cómo se le dé a los jugadores. Pero donde tiene puesto el foco es en el par 5 del 13 y en el par 4 del 17, donde ha rebajado su tarjeta los cinco años precedentes en 13 y 11 golpes. En las 20 vueltas ya disputadas aquí ha hecho alguna vez un birdie a todas las banderas salvo a la del 18, lo que habla bien del efecto multiusos de su juego.

Ayer atendió a los medios americanos, que incidieron en hablarle sobre la apertura de casas de apuestas en numerosos estados y su próxima paternidad. Del primer tema dijo que no es algo que vaya a afectar su juego, y sobre esa coincidencia en salir de cuentas su esposa Kelley durante la disputa del Masters en abril, confirmó que «no me perdería el nacimiento de mi hijo por nada del mundo. Pediré una exención a la organización para poder llevar el móvil o pactaré con ellos que me avisen si mi mujer se pone de parto para ir al aeropuerto y volver a casa».

En Phoenix vuelve a coincidir en el mismo partido con Justin Thomas, que le pisa los talones en el ranking mundial, y Harris English. Juegan hoy desde el tee del hoyo 1 a partir de las 20.10 (hora española) y mañana saldrán desde el 10 a las 15.40. Los otros partidos estelares los componen Simpson-Woodland-Matsuyama, Koepka-Fowler-Woo Kim, y McIlroy-Schauffele-Berger.