Las grandes amenazas de Rahm en el PGA

El vizcaíno ya ha inspeccionado este lunes las calles y los greenes de este espectacular campo rodeado de villas exclusivas que mira de cerca al imponente Lago Ontario y que ya tiene casi un siglo de vida. La ronda de prácticas le ha servido para probarse, analizar las zonas complicadas y de mayor penalización, examinar las áreas desde las que atacar las banderas, leer las caídas del verde cercano a las banderas, comprobar el rough... Ser certero desde el tee se antoja fundamental porque hay numerosas vías estrechas que obligan a encontrar la fórmula perfecta en las salidas que conjugue la ambición con la exactitud en los golpes. Miles de robles presiden el recorrido, con bosques que no auguran nada bueno si las bolas son víctimas de su espesura. Oak Hill, escenario en 1995 de la Ryder Cup, es sinónimo de adversidad pero también de grandeza.

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Iván Orio

El de Barrika golpeó esta temporada el primero entre los mejores con su triunfo en el Masters. La exhibición en el templo del golf de Georgia y haber alzado los trofeos en tres competiciones del circuito norteamericano –Hawái, el American Express y el Genesis Invitational de Los Angeles– le sitúan como el máximo favorito en todas las apuestas del PGA aunque ningún español haya conseguido ganarlo. Pero la igualdad en la élite es tan acusada y las previsiones en este deporte son tan arriesgadas que en ocasiones alcanzar el éxito no sólo depende de uno sino de estado físico y mental de los adversarios. El único razonamiento irrebatible es que una mala vuelta, sea por la causa que sea, puede dar al traste con una hoja de ruta estudiada al más mínimo detalle. Rahm ha participado seis veces en este 'Major' y su mejor resultado lo obtuvo hace un lustro, con una cuarta posición.

El ranking –número dos del mundo– y la batalla que libra desde hace meses con el vizcaíno para sostenerse al frente del reinado planetario convierte a Scottie Scheffler en la principal amenaza para el de Barrika en Oak Hill. El estadounidense ha llegado a Rochester apenas 24 horas después de disputar el Byron Nelson. Tuvo opciones de victoria hasta los últimos hoyos –quedó en quinta posición a tres golpes del vencedor, Jason Day– y, de haberla conseguido, habría desbancado a Rahm del liderato de la lista. También hay que tener en cuenta al mencionado Day en la terna de aspirantes porque lo sucedido en el escenario texano ha supuesto una especie de exorcismo personal después de cinco años sin ganar en los que incluso barajó la posibilidad de enterrar la bolsa de palos. Rory McIlroy es otro fijo en las quinielas. Su rendimiento ha bajado de forma considerable en los últimas citas, pero nunca hay que descartarle porque puede emerger en cualquier momento y si está enchufado es un enemigo de cuidado.

Justin Thomas es el campeón en curso y sólo por eso merece estar entre los aspirantes a tocar el cielo el domingo. También pueden estar ahí Collin Morikawa, Xander Schauffele y Tony Finau. Y no hay que olvidar a los profesionales del multimillonario circuito saudí, la Superliga de los petrodólares, que ya sólo se encuentran con sus principales contrincantes de siempre en los Grandes. Destacan Brooks Koepka, quien disputara el partido estelar en la última jornada con Rahm en el Masters, y el imprevisible Dustin Johnson. Sin olvidar a Cameron Smith.