La vuelta de la Bundesliga cosecha éxito mediático pero no contenta a los hinchas

Este fin de semana Alemania ha asistido dividida a una reapertura de la Bundesliga que genera al mismo tiempo esperanza en que vuelva la actividad al resto del mundo y rechazo entre muchos aficionados que critican este fútbol a puerta cerrada, sin alma. Una pancarta colgada por seguidores del Augsburgo lo reflejó así: 'El fútbol vive, pero vuestro negocio está enfermo».

En cambio, el diario 'Bild' tituló eufórico: '¡Así es como el mundo celebra nuestra Bundesliga!'. No le faltaba razón. El fútbol de todo el planeta estuvo pendiente y aplaudió. «Lo dicen y lo hacen. ¡Gracias Bundesliga!», escribió Zlatan Ibrahimovic (Milan). 'Wunderbar (Maravilloso)', elevó como titular el diario británico 'Mirror on Sunday'.

Pero la opinión pública germana está partida en dos. A favor y en contra del reinicio de la liga cuando aún no está contenida la pandemia. El jefe de Gobierno de Baviera, Markus Soder, se mostró feliz por la reanudación. «Todo salió mejor de lo esperado», destacó. Aunque alertó sobre el peligro que suponen los abrazos entre los jugadores. «Tienen que obedecer las reglas», avisó tras repasar algunas escenas fraternales. Tuvo la respuesta del entrenador del Hertha Berlín, Bruno Labbadia: «Hemos pasado tantos controles que podemos permitirnos algún abrazo». Y el técnico del Eintrach, Fredi Bobic, tiró de ironía tras perder por 1-3: «Nosotros sí respetamos el distanciamiento social, sobre todo, en nuestro área».

Al otro lado de la frontera, en Francia, el campeonato ha sido suspendido definitivamente. El presidente del sindicato de futbolistas galos, Sylvain Kastendeuch, considera que en la Bundesliga se ha impuesto la «lógica económica sobre la sanitaria». Hay debate. El exjugador francés Bixente Lizarazu defendió la reapetura del torneo germano.«Los alemanes se prepararon rápido mientras que nosotros estábamos discutiendo», comparó.

El regreso de la Bundesliga atrajo el sábado a seis millones de telespectadores en Alemania. Sky batió su récord de audiencia. El público se pegó a las pantallas, pero no pudo acceder a los estadios. Ahí está la queja de la mitad de los seguidores, según una encuesta realizada en Alemania.

Tampoco pudieron asistir ayer al empate entre el Colonia y el Mainz (2-2), ni a la victoria del líder, el Bayern Múnich, a domicilio ante el Unión Berlín (0-2). Aunque ahora, sin público, el factor campo ya no cuenta. El silencio es el mismo en todos los estadios.